Crítica:EL CINE EN LA PEQUEÑA PANTALLA

'Con el agua al cuello' un pálido Newman

El director norteamericano Jack Smight, inspirándose en el novelista Ross MacDonald, relanzó en 1966 el entonces disminuido género policiaco. Su investigador privado, Harper, devolvía el desencanto y la marginalidad que habían caracterizado a aquellos otros detectives del cine negro que, a su modo, fueron observadores críticos de su realidad social.El éxito de aquel Harper investigador privado provocó un aluvión de imitaciones, más afortunadas unas que otras, aunque siempre lograron contagiar, cuando la sofisticación no se hizo protagonista, esa amargura que el cine norteamericano refle...

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El director norteamericano Jack Smight, inspirándose en el novelista Ross MacDonald, relanzó en 1966 el entonces disminuido género policiaco. Su investigador privado, Harper, devolvía el desencanto y la marginalidad que habían caracterizado a aquellos otros detectives del cine negro que, a su modo, fueron observadores críticos de su realidad social.El éxito de aquel Harper investigador privado provocó un aluvión de imitaciones, más afortunadas unas que otras, aunque siempre lograron contagiar, cuando la sofisticación no se hizo protagonista, esa amargura que el cine norteamericano reflejó durante esos años, quizá, como se ha señalado, como producto del escepticismo provocado por, la guerra contra Vietnam.

Otro director, Stuart Rosenberg, menos inspirado que Smight, retomó el personaje de MacDonald para realizar una especie de prolongación en la que también cambió el nombre del detective (Harper por Lew Archer), queriendo aprovechar así el éxito primero. Su fortuna fue más esquiva y, Con el agua al cuello quedó a medio camino entre intenciones y resultados. Incluso el mismo actor, Paul Newman, obtenía en la versión de Rosenberg una extraña palidez, como consecuencia de la misma ausencia de calor que ofrecía la totalidad del filme.

'Artesano'

Con el agua al cuello (The drowning pool, Piscina para ahogarse) tuvo en Paul Newman, acompañado por Joanne Woodward, su mejor aliciente. Las peripecias del detective llovían sobre mojado pero sin calar en el interés del espectador. Puede que los 10 años transcurridos desde su realización hayan modificado, al menos en parte, los juicios negativos que el filme tuvo en su día toda vez que el género no ha progresado mucho desde entonces. Tampoco Rosenberg.A su precedente lista de filmes tibios ha añadido, entre otros, El viaje de los malditos y Brubaker, títulos que coinciden con el que hoy se emite en quedar reducidos a sus intenciones. Su habitual falta de inspiración creativa le ha determinado como artesano, ese adjetivo tan desdichadamente ambiguo pero que señala la ausencia de personalidad en un director que sólo narra con oficio. Sin duda, también ello es meritorio, pero no hay que lanzar las campanas al vuelo simplemente porque los profesionales conocen su trabajo.

Con el agua tal cuello se emite a las 22.40 horas por TVE-1.

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