Numerosos extranjeros dejan Teherán tras la amenaza iraquí de atacar a todos los aviones

Numerosos residentes extranjeros salieron ayer de Teherán en vuelos especiales organizados por compañías aéreas europeas, poco antes de la entrada en vigor de la amenaza iraquí de derribar cualquier avión que cruce el espacio aéreo iraní, aunque ninguna embajada en Irán ha recomendado hasta ahora a sus nacionales abandonar el país. Las autoridades españolas están preparadas para adoptar medidas de emergencia cuando la situación lo requiera; hasta el momento seis ciudadanos españoles han solicitado abandonar Irán. El primer ministro iraní, Mir Hossein Mousavi, advirtió anoche, en una emisión de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Numerosos residentes extranjeros salieron ayer de Teherán en vuelos especiales organizados por compañías aéreas europeas, poco antes de la entrada en vigor de la amenaza iraquí de derribar cualquier avión que cruce el espacio aéreo iraní, aunque ninguna embajada en Irán ha recomendado hasta ahora a sus nacionales abandonar el país. Las autoridades españolas están preparadas para adoptar medidas de emergencia cuando la situación lo requiera; hasta el momento seis ciudadanos españoles han solicitado abandonar Irán. El primer ministro iraní, Mir Hossein Mousavi, advirtió anoche, en una emisión de Radio Teherán, que sus tropas bombardearán el aeropuerto de Bagdad como represalia por la amenaza lanzada por Irak.

Ayer, por cuarta vez en los seis últimos días, una fuerte explosión sembró el pánico entre los habitantes de Bagdad. Fuentes de Teherán aseguran que se trata de cohetes lanzados por sus baterías, mientras que Bagdad atribuye estas explosiones a la acción de saboteadores.Las autoridades militares iraquíes dan ya por segura su victoria en la cruenta batalla librada en los últimos días en las marismas de Howeizah. Los corresponsales extranjeros acreditados en Bagdad fueron autorizados el lunes a visitar esta zona, donde vieron cientos de cadáveres iraníes esparcidos en un territorio de varios kilómetros cuadrados en tomo a la localidad de Al Uzayr, sobre la estratégica carretera entre Bagdad y Basora.

Los países del área y diversas organizaciones internacionales han multiplicado sus esfuerzos para buscar el fin de una guerra que se prolonga ya durante 53 meses. Los ministros de Asuntos Exteriores de las seis monarquías de la península Arábiga expresaron ayer su "total solidaridad con Irak, que intenta preservar su soberanía e integridad territorial". -

Al término de su visita sorpresa a Bagdad el pasado lunes, en compañía del rey Hussein de Jordania, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, pidió a los dirigentes iraníes que "encuentren un medio para acabar con este conflicto e iniciar negociaciones de paz". Tras lamentar Ias carnicerías provocadas por la guerra", Mubarak insistió en que Irak se encuentra en buena situación.

Al margen de las donaciones financieras -evaluadas en más de 30.000 millones de dólares (5,5 billones de pesetas)- suministradas a Irak por las monarquías del golfo Pérsico, los dos aliados pobres de Sadam Husein, Egipto y Jordania, le han proporcionado una ayuda acaso menos espectacular, pero no menos valiosa.

Páginas 2 y 3

Editorial en la página 10

Archivado En