Representantes de radios libres piden una legislación que les diferencie de las comerciales

Representantes de 22 radios libres españolas se han reunido en Valencia la pasada semana para estudiar su situación legal. "No sumos piratas; no llevamos parche en el ojo ni tenemos barco. Además, nuestros teléfonos y direcciones las conoce todo el mundo". Así se expresaron algunos de estos representantes, que piden una legislación que permita la existencia de un registro para radios libres, donde se puedan inscribir con su frecuencia y potencia, siempre que no interfieran a otras emisoras.

Radios libres de Valencia, Madrid, Barcelona, Málaga, Oviedo, Murcia, Albacete, Cuenca y Valladol...

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Representantes de 22 radios libres españolas se han reunido en Valencia la pasada semana para estudiar su situación legal. "No sumos piratas; no llevamos parche en el ojo ni tenemos barco. Además, nuestros teléfonos y direcciones las conoce todo el mundo". Así se expresaron algunos de estos representantes, que piden una legislación que permita la existencia de un registro para radios libres, donde se puedan inscribir con su frecuencia y potencia, siempre que no interfieran a otras emisoras.

Radios libres de Valencia, Madrid, Barcelona, Málaga, Oviedo, Murcia, Albacete, Cuenca y Valladolid, que pertenecen a la Coordinadora de Radios Libres, se han reunido en Valencia ante la situación creada por los cierres gubernativos de algunas de estas emisoras, como Radio Txomin Barullo, de Bilbao; Radio Basura, de Alsasua, y Radio Klara, de Valencia.Para los promotores de las radios libres, estos cierres conculcan la libertad de emisión y suponen un atentado "contra la libertad de expresión, reconocida abiertamente en el artículo 20 de la Constitución".

Lo que piden es "el reconocimiento de nuestra legítima reivindicación de creación de un registro técnico de frecuencias donde las radios libres, es decir, radios no profesionales, autogestionarias, autónomas de todo grupo de presión político o económico, no lucrativas y por tanto al margen de recursos publicitarios, sean claramente reconocidas".

Representantes de cuatro radios libres -Radio Klaral, de Valencia; La Veu Impertinent 3, Radio Agora, de Barcelona, y Onda Verde, de Madrid- han hablado a este periódico sobre la situación de este especial sector Je la comunicación. Afirman que en España hay entre 30 y 50 emisoras libres, y todas "prácticamente" están en comunicación entre sí, si bien "algunos contactos no son muy estables debido a las distancias y a lo escaso de las economías". Lo que afirman desconocer es su número de oyentes, que consideran "muy elevado si aplicamos los patrones de control de audiencia que utilizan las radios comerciales, según los cuales una llamada telefónica representa 4.000 oyentes, y una carta, 40.000".

"El tipo de audiencia que tenemos está sociológicamente bastante claro", indican. "No es la alta sociedad, la dominante, sino la otra sociedad, la que nos escucha y participa en los mensajes; es una realidad social diferenciada, que se caracteriza por un nivel económico bajo, con mucha. gente en paro, políticamente marginados en cuanto que no tienen capacidad de influir en las decisiones y culturalmente pertenecientes a la cultura marginal".

En estos grandes rasgos definitorios se encuadran las radios libres, con un amplio abanico de variedades. Sin embargo, "dentro del concepto de radio libre no cabe una radio de extrema derecha. La radio libre es un instrumento para ejercer una transformación social desde una perspectiva liberadora, y una hipotética radio de extrema derecha, aunque tuviese similitudes en la forma de emitir, no podría ser considerada como una auténtica radio libre".

Insisten en que son algo diferentes de las llamadas "radios independientes", de las que hay algunas en Barcelona al estilo de las que proliferan en Francia. Se trata de emisoras que no tienen licencia pero admiten publicidad. Su primera característica es la ausencia de fines lucrativos y su fin es dar voz "a todos los que no tienen acceso a la comunicación oficial".

Los cierres gubernativos de emisoras de este tipo han venido, por lo general, argumentados en el hecho de que las ondas son un bien escaso y se pueden producir interferencias a emisoras autorizadas. Para los promotores de las radios libres eso "es una completa falacia", porque "aducen problemas técnicos para ocultar problemas políticos". La cuestión es política, porque "son emisoras que se escapan del control del poder".

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