Victoria en Turquía del candidato desaconsejado por el régimen militar

La victoria del Partido de la Madre Patria (PMP), en las elecciones legislativas celebradas ayer en Turquía, constituye tanto un triunfo personal de su máximo dirigente, Turgut Ozal, como un voto de castigo contra el propio presidente de la República, Kenan Evren.Cuando iban escrutados un total de 8.025.468 votos (algo más del 4,0% del censo), el PMP contaba con 3.626.332 sufragios (el 45,1'%), frente a los 2.401.950 del Partido Populista de Necidet Calp (29,9%) y 1.911.627 del Partido de la Democracia Nacionalista, de Turgut Sunalp (23,8%.). Los resultados finales no pueden alejarse mu...

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La victoria del Partido de la Madre Patria (PMP), en las elecciones legislativas celebradas ayer en Turquía, constituye tanto un triunfo personal de su máximo dirigente, Turgut Ozal, como un voto de castigo contra el propio presidente de la República, Kenan Evren.Cuando iban escrutados un total de 8.025.468 votos (algo más del 4,0% del censo), el PMP contaba con 3.626.332 sufragios (el 45,1'%), frente a los 2.401.950 del Partido Populista de Necidet Calp (29,9%) y 1.911.627 del Partido de la Democracia Nacionalista, de Turgut Sunalp (23,8%.). Los resultados finales no pueden alejarse mucho de estos porcentajes, que suponen que la formación de Ozal, el hombre que ha hecho bandera del liberalismo económico, obtendrá más del 50% de los 400 escaríos de la futura Asamblea Nacional. El índice de participación ha sido del 95% del censo.

Evren, si no ocurre algo fuera de la lógica de una democracia parlamentaria, tendrá que encargar la formación del nuevo Gobierno a un hombre al que, sin nombrarlo, descalificó por la televisión, el pasado viernes, ante toda la nación. Anoche circulaba por la capital turca el rumor de que Evren con templaba muy seriamente la posibilidad de presentar su dimisión.

No obstante, la dimisión de Evren es muy difícil que se produzca, por cuanto que ello supondría, no tan solo su fracaso personal, sino el del conjunto del régimen militar implantado en el país el 12 de septiembre de 1980 y que puso fin drásticamente al régimen democrático y civil. Las Fuerzas Armadas siguen conservando el poder, y su vuelta ayer a los cuarteles es más teórica que real.

El líder del PMP confesó al diario EL PAIS que el presidente no le había llamado para felicitarle, y no quiso hacer comentarios sobre la intervención televisiva de Kenan Evren.

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