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Amparo Rubiales,

consejera de Presidencia del Gobierno andaluz, está teniendo mala suerte con su estado físico. Al penúltimo Pleno del Parlamento autónomo se presentó con un brazo vendado como consecuencia de un leve atropello automovilístico. En el último, la venda cubría su pierna, lesionada tras caerle encima la tapadera de la depuradora de su piscina. Por fortuna, sus manos estaban intactas y pudo dedicar un rato de la sesión a hacer su declaración de la renta....

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consejera de Presidencia del Gobierno andaluz, está teniendo mala suerte con su estado físico. Al penúltimo Pleno del Parlamento autónomo se presentó con un brazo vendado como consecuencia de un leve atropello automovilístico. En el último, la venda cubría su pierna, lesionada tras caerle encima la tapadera de la depuradora de su piscina. Por fortuna, sus manos estaban intactas y pudo dedicar un rato de la sesión a hacer su declaración de la renta.

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