gente

Rafael Sánchez Ferlosio

se vió sorprendido por la cordial irrupción del nuevo ministro de Cultura, Javier Solana, cuando se disponía a iniciar la lectura de algunos fragmentos de su esperada novela Las guerras barcialeas a media docena de amigos congregados en la casa del escritor. El ministro venía de inaugurar una exposición y se sumó como uno más a la velada. Los fragmentos pertenecían al Testimonio de Yarfoz, uno de los apéndices de la obra en la que lleva trabajando desde hace más de 15 años el autor de El Jarama. ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

se vió sorprendido por la cordial irrupción del nuevo ministro de Cultura, Javier Solana, cuando se disponía a iniciar la lectura de algunos fragmentos de su esperada novela Las guerras barcialeas a media docena de amigos congregados en la casa del escritor. El ministro venía de inaugurar una exposición y se sumó como uno más a la velada. Los fragmentos pertenecían al Testimonio de Yarfoz, uno de los apéndices de la obra en la que lleva trabajando desde hace más de 15 años el autor de El Jarama.

Archivado En