Los 'suaristas,' se desentienden del Consejo Político de UCD

Los suaristas, la minoría mayoritaria en el Consejo Político, tenían previsto anoche no asistir a la reunión que celebrará hoy el citado organismo del partido centrista, en la que Landelino Lavilla someterá a votación su candidatura a la presidencia de UCD. Tal ausencia obedece a que este sector centrista no desea "ni apoyar ni obstaculizar" la sustitución de Calvo Sotelo por Lavilla al frente del partido, según palabras de Agustín Rodríguez Sahagún. Esta actitud está motivada en la decisión firme de Adolfo Suárez de crear su propio grupo político. La ausencia de los suaristas reduce si...

Los suaristas, la minoría mayoritaria en el Consejo Político, tenían previsto anoche no asistir a la reunión que celebrará hoy el citado organismo del partido centrista, en la que Landelino Lavilla someterá a votación su candidatura a la presidencia de UCD. Tal ausencia obedece a que este sector centrista no desea "ni apoyar ni obstaculizar" la sustitución de Calvo Sotelo por Lavilla al frente del partido, según palabras de Agustín Rodríguez Sahagún. Esta actitud está motivada en la decisión firme de Adolfo Suárez de crear su propio grupo político. La ausencia de los suaristas reduce significativamente la oposición a Lavilla.En opinión de un colaborador muy próximo al ex presidente del Gobierno, éste emprenderá la semana próxima viaje a Venezuela, donde mantiene excelentes relaciones con los socialdemócratas, hoy en la oposición. A su regreso, según la citada fuente, presentará su nuevo partido, basado en la recuperacion del centrismo.

La ausencia de casi todos los suaristas -Rafael Calvo asistirá como mero observador y otros hasta ahora calificados como tales parecen optar por quedarse en UCD y votar a Lavilla- facilitará la elección del candidato, puesto que precisa, a tenor de lo establecido en los estatutos, la mayoría absoluta de los presentes en una primera votación y la mayoría simple en la segunda. Los apoyos con que parece contar el presidente del Congreso provienen de los democristianos, de los liberales -siempre y cuando Lavilla admita, al menos, el reconocimiento de las corrientes internas-, de los leopoldistas y de un buen número de independientes. El voto de los azules se mantiene incierto.

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