El Papa habla con Galtieri de las Malvinas y de los 'desaparecidos'

Una borrasca de agua y viento, el papa Juan Pablo II llegó ayer a Buenos Aires para realizar una visita de "paz, de reconciliación y de esperanza". Con un fondo de generales y en un país que vive pendiente de la suerte de sus soldados, el Papa pronunció duras palabras contra la guerra: "En este momento, la "Humanidad ha de interrogarse una vez más sobre el absurdo y siempre injusto fenómeno de la guerra, en cuyo escenario de muerte y dolor sólo queda en pie la mesa de negociaciones que podía y debía evitarla".Al pie de la escalerilla del avión le esperaba el general Leopoldo Galtieri, presiden...

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Una borrasca de agua y viento, el papa Juan Pablo II llegó ayer a Buenos Aires para realizar una visita de "paz, de reconciliación y de esperanza". Con un fondo de generales y en un país que vive pendiente de la suerte de sus soldados, el Papa pronunció duras palabras contra la guerra: "En este momento, la "Humanidad ha de interrogarse una vez más sobre el absurdo y siempre injusto fenómeno de la guerra, en cuyo escenario de muerte y dolor sólo queda en pie la mesa de negociaciones que podía y debía evitarla".Al pie de la escalerilla del avión le esperaba el general Leopoldo Galtieri, presidente de la nación, acompañado de los otros dos triunviros, los comandantes en jefes de la Marina y de la Fuerza Aérea.

No hubo, como no había habido tampoco en Londres, ni salvas de cañón, ni revista de tropas ni himnos nacionales.

El drama de los quince mil desaparecidos también afloró en el discurso del Papa, que señaló que, al llegar a Argentina, pedía por las víctimas de la guerra, los huérfanos y "por la incertidumbre acerca del destino de algún ser querido". El tema volvió a surgir en la entrevista que Mantuvo Juan Pablo II con la Junta Militar en la Casa Rosada, según informa nuestro enviado especial, Juan Arias.Las Malvinas, telón de fondo de la visita, empieza a alarmar en Londres, donde los últimos reveses militares están sensibilizando a una opinión pública demasiado confiada en la superioridad de su Ejército. Ayer se anunció la muerte de 43 soldados y que otros otros 130 fueron heridos en el desembarco de Fitch Roy el pasado martes. Esto ha. hecho comprender que la recuperación del archipiélago no va ser un desfile militar por parte de las ropas británicas destacas en el Atlántico sur.

La guerra de la propaganda, claramente favorable al Reino Unido en las últimas semanas, empieza a cambiar de signo, debido, en parte, al silencio que mantiene el Ministerio de Defensa sobre las operaciones militares y el retraso de la anunciada ofensiva final sobre Puerto Argentino, que antes se denominaba Port Stanley.

Por otra parte, el jefe de la Fuerza Aérea argentina y miembro de la Junta Militar de Buenos Aires, Basilio Lami Dozi, afirmó en unas declaraciones que "en Argentina se han acabado para siempre las situaciones cíclicas en las que los gobiernos tenían al pueblo o el pueblo temía a los gobiernos".

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