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Cristina Pérez,

una joven malagueña rubia, de ojos azules y con solo diecisiete años, acaba de ser elegida Miss España 1981 en Santa Cruz de Tenerife, ir a comer a la sierra y pasear en motocicleta son las dos aficiones de esta muchacha que considera absolutamente necesario el divorcio y dice que comprende el aborto en determinados casos. Cristina practica el baile desde los cuatro años y es muy aficionada al cine, aunque señala que sus propósitos son convertirse en modelo de alta costura. La que piensa seguir la carrera de leyes es Elizabeth Ward, que fue elegida Miss América el pasado f...

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una joven malagueña rubia, de ojos azules y con solo diecisiete años, acaba de ser elegida Miss España 1981 en Santa Cruz de Tenerife, ir a comer a la sierra y pasear en motocicleta son las dos aficiones de esta muchacha que considera absolutamente necesario el divorcio y dice que comprende el aborto en determinados casos. Cristina practica el baile desde los cuatro años y es muy aficionada al cine, aunque señala que sus propósitos son convertirse en modelo de alta costura. La que piensa seguir la carrera de leyes es Elizabeth Ward, que fue elegida Miss América el pasado fin de semana. La muchacha, que cuenta veinte años, también es aficionada al cine, juega al tenis y es una buena nadadora. "Nunca me consideré linda", rrianifestó nada más conocer su elección, "y siempre he tenido problemas para poder engordar", al tiempo que confesaba que para ganar peso ha tenido que comer muchos helados.

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