gente

Rafael Frutos,

consiguió sobrevolar los 210 kilómetros que separan Málaga de Melilla en un ala-delta, ayudado de un pequeño motor de 250 centímetros cúbicos que llevaba adosado al cuerpo. La aventura duró cerca de cinco horas y en el trayecto el deportistas malagueño pasó un poco de frío debido a la altura, según manifestó al aterrizar en la playa de los Cárabos melillense....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

consiguió sobrevolar los 210 kilómetros que separan Málaga de Melilla en un ala-delta, ayudado de un pequeño motor de 250 centímetros cúbicos que llevaba adosado al cuerpo. La aventura duró cerca de cinco horas y en el trayecto el deportistas malagueño pasó un poco de frío debido a la altura, según manifestó al aterrizar en la playa de los Cárabos melillense.

Archivado En