Los obreros polacos no admiten modificaciones en la legalización de Solidaridad

Los sindicalistas polacos no aceptaron la legalización, ayer, de su organización independiente. Solidaridad, al imponer las autoridades algunas modificaciones a los estatutos presentados el pasado 24 de septiembre. La decisión del tribunal de Varsovia aumenta el riesgo de una escalada en la tensión social.Los dirigentes de Solidaridad calificaron la legalización, con las modificaciones ya referidas sobre el papel del partido comunista y el derecho de huelga, como «una violación de la ley» y anunciaron que el próximo lunes, en Gdansk, se tomará la medida de respuesta.

El líder obrero Lec...

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Los sindicalistas polacos no aceptaron la legalización, ayer, de su organización independiente. Solidaridad, al imponer las autoridades algunas modificaciones a los estatutos presentados el pasado 24 de septiembre. La decisión del tribunal de Varsovia aumenta el riesgo de una escalada en la tensión social.Los dirigentes de Solidaridad calificaron la legalización, con las modificaciones ya referidas sobre el papel del partido comunista y el derecho de huelga, como «una violación de la ley» y anunciaron que el próximo lunes, en Gdansk, se tomará la medida de respuesta.

El líder obrero Lech Walesa calificó de «inaceptable» la legalización del sindicato por imposición, asegurando que Solidaridad reconoce el papel predominante del partido comunista (POUP) «en el país, pero no en nuestro sindicato».

La tensión era evidente en la misma sala del Tribunal Regional de Varsovia, que oficializó el registro de Solidaridad, donde algunas personas gritaron «¡Provocadores! » a los jueces cuando éstos anunciaron la legalización del sindicato con las modificaciones impuestas.

En la calle, unas 10.000 personas aclamaron a Walesa y gritaron repetidamente: «¡Legalización total de Solidaridad! ». También se produjeron concentraciones de obreros ante las sedes de Solidaridad en Gdansk y Walbrzych (región minera del Sureste).

Por el momento, las expectativas se centran en la capacidad que pueda tener Walesa para contener a la «base», cada día más partidaria de ejercer una presión mayor sobre las autoridades. Algunos delegados de Solidaridad pretendieron ayer, después de la legalización no admitida por los obreros, hacer un llamamiento de huelga general.

Entre tanto, 35 ferroviarios de Solidaridad en Wroclaw permanecen en huelga de hambre como protesta por el incumplimiento de las subidas salariales, solicitan que negocie personalmente con ellos el primer ministro, Jozef Pinkowski, y amenazan con desencadenar una huelga general si no se cumplen sus demandas.

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