Manuel Benítez,

El Cordobés, parece estar de nuevo tan campante, recuperándose de las heridas que le causó un toro en Quintanar de la Orden (Toledo) el pasado lunes 18 de agosto. Pero ya no está en la clínica donde fue operado en Madrid, sino que ha vuelto por su propio pie a casa. Ayer se despidió de las enfermeras que le atendieron e hizo lo mismo con el doctor Máximo García de la Torre, que fue quien le trató en la Clínica Nuestra Señora de Loreto. Aquellos que temieron en algún momento que la recuperación sería lenta y difícil se han llevado una buena sorpresa al comprobar que el matador de ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Cordobés, parece estar de nuevo tan campante, recuperándose de las heridas que le causó un toro en Quintanar de la Orden (Toledo) el pasado lunes 18 de agosto. Pero ya no está en la clínica donde fue operado en Madrid, sino que ha vuelto por su propio pie a casa. Ayer se despidió de las enfermeras que le atendieron e hizo lo mismo con el doctor Máximo García de la Torre, que fue quien le trató en la Clínica Nuestra Señora de Loreto. Aquellos que temieron en algún momento que la recuperación sería lenta y difícil se han llevado una buena sorpresa al comprobar que el matador de toros es capaz de lanzarse de nuevo al ruedo; al menos, al ruedo de su finca cordobesa de Villalobillos.

Archivado En