La programación y los programadores

La mayoría de los programadores de Televisión entregaron ayer un escrito al diputado de Coalición Democrática Antonio de Senillosa, presidente de la comisión parlamentaria,de control, para que, a su vez, lo tramite al futuro consejo de administración del ente público. Son ya cuatro los documentos que en dos semanas distintos sectores profesionales de Televisión -realizadores, realizadores de informativos y trabajadores de informativos, con un total aproximado de 700 firmas- enviaron al Parlamento y Dirección General de RTVE, denunciando el deterioro en este medio.Este nuevo escrito de los prog...

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La mayoría de los programadores de Televisión entregaron ayer un escrito al diputado de Coalición Democrática Antonio de Senillosa, presidente de la comisión parlamentaria,de control, para que, a su vez, lo tramite al futuro consejo de administración del ente público. Son ya cuatro los documentos que en dos semanas distintos sectores profesionales de Televisión -realizadores, realizadores de informativos y trabajadores de informativos, con un total aproximado de 700 firmas- enviaron al Parlamento y Dirección General de RTVE, denunciando el deterioro en este medio.Este nuevo escrito de los programadores es, si cabe, más importante que los anteriores: por la rigurosa elaboración del mismo, y porque el programador es una de las categorías profesionales más importantes en RVTE. Gran parte de los actuales altos cargos figuran en el censo con la categoría de programadores. El documento va firmado por 74 trabajadores, de un total de 129 efectivos, excluidas 30 personas -entre ellos, los señores Ezcurra, Fernández Asís, Autrán Arias-Salgado, Granados, José Lapeña, López Navarro, Marino Peña, Santiago Ronda, Marroquí y Miguel Martín-, más otro grupo cuyas funciones son ejercer la censura o actuar de vigilantes policiales, que, bien por razones de su cargo, bien por estar de acuerdo con la situación actual, no han suscrito el documerito enviado al Congreso de los Diputados.

El amplio documento de los programadores describe, en primer lugar, una serie de reflexiones sobre la situacióia de RTVE, al margen de consideracioes políticas, y, en segundo lugar, propone una serie de medidas al futuro consejo de administración para el «saneamiento del rnedio».

«El progresivo deterioro estructural y administriltivo que viene padeciendo el ente público RTVE y, sobre todo, la televisión del Estado», se dice en el primer párrafo, «es bien notorio. La opinión pública -telespectadores y especialistas- no sólo critica. los programas, sino que, de algún modo, cuestiona la filosofía global de la programación y aun la forma de gestión y los métodos de trabajo de RTVE. Existe asimismo tin sentimiento generalizado en la. audiencia, expresado en proteas y reproches, tanto individuales como corporativos, demostrativos de que RTVE no está a la altura de lo que exige ,hoy una sociedad que, en su mayoría, depende casi exclusiva.mente de este medio para su información y desarrollo cultural. La :mayoría de los profesionales hemos de asistir impotentes a este.justo clamor social, ante la intolerable degradación de RTVE, debida, entre otras causas, a la probada :ineptitud del equipo dirigente, que con ligeros cambios en las personas se sucede periódicamente a sí mismo y lo que es peor, perpetúa los mismos errores en el sistema de trabajo e idéntica ineficacia gestora».

Los firmantes enumeran a continuación una serie de motivos que llevan a este diagnóstico. Primero, la «inexistencia de un organigrama coherente y de un reglamento de régimen interior que establezca una aceptable racionalización del trabajo». Segundo, la «dirección monolítica, autoritaria y fuertemente centralizada, ejercida por un restringido grupo de personas, a veces de forma individual, que suele tomar decisiones con unos criterios y según una lógica sólo ocida a posteriori». Tercero, la «carencia de objetivos, de previsiones y de planificación. La actuación de los altos dirigentes no se gula por una política de gestión previamente establecida en función de unos objetivos señalados a corto, medio y, menos aún, a largo plazo. Esto origina una dirección casuistica y permanentemente conflictiva». Cuarto, «la inflación burocrática, que dificulta la producción de programas, ( ... ) sin la contrapartida de una gestión eficaz del presupuesto, de un adecuado control de gastos ni de un aumento de la productividad, como ha establecido claramente el informe del Ministerio de Hacienda, dado a conocer por los medios de información. Casi dos tercios de los asalariados desempeñan funciones burocráticas ( ... )». Y quinto, «la infrautilización de los profesionales, que se manifiesta en la situación de personas adscritas a funciones inexistentes o de escaso contenido real».

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