Crítica:

Déjenme respirar.

Mira quién viene a quedarse. Una gran tormenta se cierne sobre el hogar de los Barnes desde el momento en que se recibe la noticia de que su suegro viene con la intención de pasar una temporada en casa. Los problemas se inician en el momento en que Peter recibe a su suegro en la estación. Al anciano no le gusta el periódico que lee su yerno, no le agrada que el matrimonio no tenga hijos, no encuentra a su gusto la habitación que le han asignado y Peter pasa una noche terrible....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Mira quién viene a quedarse. Una gran tormenta se cierne sobre el hogar de los Barnes desde el momento en que se recibe la noticia de que su suegro viene con la intención de pasar una temporada en casa. Los problemas se inician en el momento en que Peter recibe a su suegro en la estación. Al anciano no le gusta el periódico que lee su yerno, no le agrada que el matrimonio no tenga hijos, no encuentra a su gusto la habitación que le han asignado y Peter pasa una noche terrible.