Crítica:

Por la segunda cadena,

emisión, dentro del ciclo «Clásicos del cine mudo», del largometraje La pequeña Annie Rooney, de William Beaudine (1925), interpretada por Mary Pickford, William Haines y Walter James. Dos bandas se disputan el dominio de la calle en un suburbio de la ciudad. Los niños imitan la conducta de las bandas rivales. Annie, la hija del policía del barrio, es una de las niñas más alborotadoras, destroza el puesto de un frutero y, para pagar los desperfectos, monta un espectáculo de variedades. El interés del largometraje se centra en la figura de la protagonista, Mary Pickford. Sus tirabuzones ...

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emisión, dentro del ciclo «Clásicos del cine mudo», del largometraje La pequeña Annie Rooney, de William Beaudine (1925), interpretada por Mary Pickford, William Haines y Walter James. Dos bandas se disputan el dominio de la calle en un suburbio de la ciudad. Los niños imitan la conducta de las bandas rivales. Annie, la hija del policía del barrio, es una de las niñas más alborotadoras, destroza el puesto de un frutero y, para pagar los desperfectos, monta un espectáculo de variedades. El interés del largometraje se centra en la figura de la protagonista, Mary Pickford. Sus tirabuzones rubios, la ropa pobre y sucia, la inocencia de sus gestos, ojos y boca suplicantes, encarnaron durante muchos años los ideales victorianos de la belleza femenina. Fue el prototipo de la muchacha ingenua, optimista, afectuosa, desprovista del sex-appeal en su acepción europea, pero rica -como escribió el historiador Lewis Jacobs-, de todas aquellas dotes por las que un americano la habría deseado como esposa. No en vano fue llamada «Nuestra Mara» y «Novia de América».

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