Crítica:

Seis programas de RNE sobre la justicia en España

«Bienvenido sea este momento para salir al paso de la acusación fácil y gratuita de que la democracia facilita la delincuencia. Lo negamos. Lo único que hace la democracia es ampliar el margen humano para el ejercicio de sus libertades, margen que, según la predisposición natural, la educación y el entorno civil, unos utilizarán para hacer el bien y otros para ejercer el mal. Esta última posibilidad no es razón suficiente para restringir estas libertades en forma contraria y atentatoria a la dignidad humana.» Con estas palabras de Juan Manuel Fajul, fiscal del Reino, se inició ayer en el espac...

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«Bienvenido sea este momento para salir al paso de la acusación fácil y gratuita de que la democracia facilita la delincuencia. Lo negamos. Lo único que hace la democracia es ampliar el margen humano para el ejercicio de sus libertades, margen que, según la predisposición natural, la educación y el entorno civil, unos utilizarán para hacer el bien y otros para ejercer el mal. Esta última posibilidad no es razón suficiente para restringir estas libertades en forma contraria y atentatoria a la dignidad humana.» Con estas palabras de Juan Manuel Fajul, fiscal del Reino, se inició ayer en el espacio Tiempo de vivir, que RNE emite de lunes a sábado, a las 9.05 de la mañana, un ciclo de seis pro gramas dedicados al análisis de la memoria fiscal elevada al Gobier no, con ocasión de la apertura del año judicial.«A partir de este documento», afirma el señor Torre Iglesias, director del programa, «se hará la autocrítica de la Administración de justicia. La gran conclusión a que llegarán estos seis episodios es que la Administración de justicia no está adecuada a las necesidades de la nueva sociedad española.»

Intervienen en este ciclo, además del señor Fanjul Sedeño, ocho fiscales del Tribunal Supremo y de la Audiencia Territorial. La Administración de justicia, en nuestro país, dispone del 1,9% de los Presupuestos Generales del Estado, cantidad inferior a los índices más bajos de Europa, situados en el 4% de los presupuestos generales.

Tiempo de vivir afronta también los problemas relacionados con la insuficiente policía judicial, la lentitud de los procesos por falta de infraestructura, medios y personal; el incremento de la delincuencia y tipificación de los delitos. Del total de las diligencias tramitadas en 1978 por la Administración de justicia, 309.574 causas fueron archivadas porque se desconoce quiénes son los autores de los delitos.

Entre la documentación que se aporta en el programa figuran: las estadísticas del personal que trabaja en las distintas clases de la Administración de justicia, las vacantes no cubiertas y las remuneraciones. Un juez, de entrada, percibe 81.447 pesetas líquidas mensuales, más dos pagas extraordinarias por importe de 66.740 pesetas cada una. Un presidente de sala del Tribunal Supremo, con doce trienios, cobra 157.389 pesetas líquidas mensuales y dos pagas extraordinarias por importe de 93.728 pesetas cada una.

Según el director de este programa radiofónico, su interés para la audiencia, aparte del valor científico y fiabilidad de las intervenciones, radica en que «es la primera vez que un grupo de fiscales, corporativamente, aportan sus personales testimonios y, opiniones para ofrecer una completa información sobre la situación de la justicia en España».