Análisis de audiencia

El Servicio de Estudios de Contenidos de Televisión Española suele publicar, normalmente con regularidad semanal, unos paneles de aceptación de programas que responden a unos análisis «caseros» elaborados por dicho departamento.El hecho de que estos análisis de audiencia se hagan públicos con casi dos meses de retraso con relación a los programas emitidos y al tiempo en el que se emitieron imposibilita la aplicación directa de sus resultados a una buena parte de programas, ya que para cuando se publican los resultados del panel de audiencia gran parte de estos programas ya han cambiado y no se...

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El Servicio de Estudios de Contenidos de Televisión Española suele publicar, normalmente con regularidad semanal, unos paneles de aceptación de programas que responden a unos análisis «caseros» elaborados por dicho departamento.El hecho de que estos análisis de audiencia se hagan públicos con casi dos meses de retraso con relación a los programas emitidos y al tiempo en el que se emitieron imposibilita la aplicación directa de sus resultados a una buena parte de programas, ya que para cuando se publican los resultados del panel de audiencia gran parte de estos programas ya han cambiado y no se puede operar «quirúrgicamente» sobre ellos.

¿Para qué sirven estos estudios concretos de audiencia de televisión? En primer lugar, habría que preguntarse por su validez científica. ¿De qué medios se sirve el Servicio de Estudios de Contenidos para obtener estos resultados? ¿Por qué tarda tanto en hacerlos públicos? Es lógico suponer -después de haber dejado aparte las cuestiones de fiabilidad científica de los sondeos- que los resultados de los paneles de audiencia servirán a los responsables de mantener la programación para saber por dónde anda el gusto del telespectador medio, e intentar adecuarse a sus preferencias. Pues no. La lógica falla en Televisión Española. Se mantienen programas muy poco aceptados y que se emiten en horas en las que se supone la máxima audiencia (Escrito en América, Nombres de ayer y de hoy, Perfiles, Estrellas de la ópera, Orquesta de RTVE), y por otro lado no se da a programas de gran aceptación, como La Clave, un lugar y un tiempo destacado de audiencia.

Según el último panel de aceptación hecho público por el Servicio de Estudios de Contenidos, correspondiente a la semana del 18 al 24 de junio, fueron más los programas que no gustaron que los que convencieron al público. De un total de cuarenta programas analizados tan sólo diecisiete sobrepasaron el índice medio del 6,9. Naturalmente, Holocausto estaba en la cresta de la ola de la aceptación, con un 8,7 de índice. Hay que tener en cuenta que Holocausto fue, además de un fenómeno televisivo, un fenómeno social, que provocó un gran debate, lo que te hizo saltar de la pequeña pantalla. De los programas más propios de televisión, los que más gustaron, después de Holocausto, fueron Con ocho basta, El hombre y la Tierra, 625 líneas, Gente joven, Primera sesión, Aplauso, Informe semanal, El canto de un duro y Siete días.

Por el contrario, los que menos aceptación tuvieron fueron: Escrito en América, Café de redacción, Nombres de ayer y de hoy, Revista de toros, Perfiles, Hora 15, Los espectáculos, Estrellas de la ópera, Estudio estadio y Orquesta de RTVE.

A la vista de los resultados de los últimos paneles de audiencia, los programas que más suelen gustar son las cinematográficos (largometrajes y series que en principio también se han pensado para el cine, por ejemplo, Grandes relatos); los concursos, los de música ligera y variedades, los de reportajes informativos, documentales y culturales y algunos infantiles y juveniles. Y los que menos gustan son los dramáticos (teatro, novela y, en general, series dramáticas), los taurinos, los deportivos (no es la temporada alta para el deporte) y la música clásica y sinfónica.

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