Culturales

Dicen que el segundo canal de TVE es de lo más aburrido que pueda imaginarse. Que en cualquier momento que aprietes el botón aparece un señor hablando. Se trata de un sofisma en que se recrean algunos ejecutivos para borrar de un telefonazo los programas culturales -oficial y despectivamente se les denomina «divulgativos»-, los mismos ejecutivos que arrastrando décadas de pereza laboral que ha prohibido el UHF al 50% de la población y ha favorecido todas las interferencias parasitarias del mundo al resto de los usuarios. Los mismos que dejan en precarias condiciones de medios y de personas a e...

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Dicen que el segundo canal de TVE es de lo más aburrido que pueda imaginarse. Que en cualquier momento que aprietes el botón aparece un señor hablando. Se trata de un sofisma en que se recrean algunos ejecutivos para borrar de un telefonazo los programas culturales -oficial y despectivamente se les denomina «divulgativos»-, los mismos ejecutivos que arrastrando décadas de pereza laboral que ha prohibido el UHF al 50% de la población y ha favorecido todas las interferencias parasitarias del mundo al resto de los usuarios. Los mismos que dejan en precarias condiciones de medios y de personas a esos programas. El UHF y el VHF son complementarios o competitivos, según las pinten. Así, el debate de La clave, cuando se emite pese a los daños irreparables de la censura, puede ser neutralizado con fuertes dosis de publicidad y con esos peliculones que Martín Ferrand quería para el cine del sábado. El A fondo de Soler Serrano con los Grandes relatos, las Imágenes, de Paloma Chamorro, con las películas de Protagonista la mujer, y Encuentros con las letras, de Carlos Vélez y compañía, el más afortunado, con algún que otro dramático y el segundo telediario. Si los razonamientos de los sofistas se caracterizan por la intención de inducir al error, el argumento valdría también para los telediarios, donde la falacia se regula fuera de la ética y los deberes de informar. A los rollos y bustos parlantes de los informativos se oponen, y con razón, esos señores tan serios del UHF, que vienen de todo el orbe cultural y que visitan Prado del Rey, o son visitados, con la exclusiva intención de asomarse por el segundo programa.El programa que se emite hoy por Imágenes (20.30, UHF) es particularmente recomendable para los ejecutivos y dueños de la televisión y, por supuesto, para los críticos y otros estudiosos más dignos liberados de la tortura diaria de consumir la programación. Una entrevista de una hora con Roland Barthes, uno de los profesores franceses que abrió el camino del estructuralismo, moderno hombre renacentista del saber total. Roland Barthes lo mismo puede sorprendernos con un ensayo sobre el ajedrez o la comida china que con un discurso sobre el té, la moda, la pintura, el cine, la fotografía, hasta casi una «relación neurótica con el lenguaje». La sola enumeración parcial de su bibliografía (El grado cero de la escritura, Mitologías, El imperio de los signos, Sade, Fourier Loyola, El placer del texto, Fragmentos de un discurso amoroso o Barthes por Barthes) es ya unn estímulo a la visión de este programa en que José Miguel Ullán entrevista y monta más de un centenar de imágenes al filo del discurso de Barthes.

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