El 60% de los españoles, partidario del divorcio

La despenalización de los anticonceptivos es ya prácticamente un hecho a falta de los trámites parlamentarios en los que no se prevén especiales dificultades para su aprobación definitiva. El divorcio será, sin duda, otro de los grandes temas sociales del presente año. El Centro de Investigaciones Sociológicas, con sede en Madrid, realizó una encuesta en la que los anticonceptivos y el divorcio eran los temas principales. elaboró la información.

Según una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas, cuya publicación íntegra aparecerá próximamente en la nueva ...

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La despenalización de los anticonceptivos es ya prácticamente un hecho a falta de los trámites parlamentarios en los que no se prevén especiales dificultades para su aprobación definitiva. El divorcio será, sin duda, otro de los grandes temas sociales del presente año. El Centro de Investigaciones Sociológicas, con sede en Madrid, realizó una encuesta en la que los anticonceptivos y el divorcio eran los temas principales. elaboró la información.

Según una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas, cuya publicación íntegra aparecerá próximamente en la nueva Revista Española de Investigaciones Sociológicas, la opinión generalizada de los españoles es totalmente favorable a la legalización del divorcio, y una mayoría abrumadora de los mismos (69% frente al 24% que se opone) está a favor de la planificación familiar, es decir, en favor de que cada familia planee el número de hijos y el momento de tenerlos.De acuerdo con los datos de la encuesta en una hipotética votación sobre el divorcio, el 48% de los votantes lo haría afirmativamente en estos momentos, contra un 27% que se opondría y un 23% que mantendría una postura de indecisión que, probablemente, a la hora de votar, una mitad de los indecisos votaría afirmativamente y la otra, negativamente. Si se suman estos hipotéticos resultados, un plebiscito sobre el divorcio en la España actual, según la mencionada encuesta, daría los siguientes resultados: a favor del divorcio el 59%, y en contra el 38%.

En opinión de los españoles encuestados por el mencionado Centro de Investigaciones Sociológicas, los motivos que justificarían el divorcio serían: desaparición del amor y la armonía conyugal; acuerdo entre los esposos; adulterio de la esposa; adulterio del marido; malos tratos; alcoholismo crónico.

Entre los motivos señalados en los formularios de la encuesta como posibles causas de divorcio que no encontraron suficiente entidad per se para justificar la ruptura matrimonial se encuentran algunos que entroncan con el sentimiento trágico de la vida que parecen tener los españoles con notable arraigo en sus espíritus. Nos referimos a la condena de cárcel de más de seis años, posibilidad que, al parecer, merece ser incluida entre las supuestas causas de divorcio y que no resultó ser de la suficiente entidad para los encuestados, al igual que un desacuerdo grave en la educación de los hijos.

En cuestiones de planificación familiar vuelve a repetirse la relación que existe entre zonas más industrializadas y talante más favorable hacia los anticonceptivos. Las zonas geográficas que se muestran con mayor proclividad hacia los modernos métodos anticonceptivos son Barcelona, País Vasco, Madrid y la zona Catalano-Balear. Según las encuestas recopiladas el principal método utilizado por los españoles es la toma de productos farmacológicos (píldoras e inyecciones), seguido de la utilización de preservativos, el coitus interruptus y Ogino-Knaus. Un 30% reconoce estar utilizando algún método anticonceptivo. En este sentido conviene recordar que la legislación española al respecto era, hasta estas fechas, absolutamente rígida e inflexible. Estaba radicalmente prohibido vender y hacer propaganda de cualquier tipo de método anticonceptivo, desde los preservativos a las pastillas anti-baby. La escasa información sobre la anticoncepción produce respuestas como las de ese 12% de los encuestados que considera correcta la actual política de no informar ni dar facilidades en este campo. La mayoría, el 39%, está a favor de un apoyo real, no sólo informativo. El 28% piensa que se debe de dar toda la información necesaria y un 4% piensa que el Estado debe limitar el número de hijos. Según la opinión más extendida, el Estado debe de poner los medios adecuados para ayudar en la programación de la familia.

Opiniones contrarias

Naturalmente, este sentir favorable a.la implantación del divorcio, a la planificación familiar y a que sea el Estado el que corra con los apoyos esenciales para la mencionada planificación, pese a ser mayoritario entre los ciudadanos de este país no es acogido con unanimidad. Además de las ya incipientes pintadas con eslóganes como «Oponte al divorcio» son un claro concepto profético de lo que va a ocurrir, pues lo cierto es que resulta prematuro oponerse a algo que, de momento, no existe. La Hermandad Obrera de Acción Católica Femenina hizo público un comunicado en la tarde de ayer, lunes, ante el 1 de mayo, fecha que califica de «fiesta cristiana del trabajo», y en el que señala que el divorcio, el aborto y los anticonceptivos van contra el bien común, concepto este último que si bien es verdad resulta difícil de concretar, no menos cierto es que en él se basa buena parte de nuestra legislación. Sobre el divorcio, el mencionado manifiesto señala que «su aprobación lesionaría gravemente el bien del matrimonio, los derechos de los hijos y aumentaría el número de rupturas. Reconocemos con todo, las situaciones de tragedia que se dan en algunos matrimonios, dignas de toda compasión». El aborto es condenado bajo el enunciado de considerarlo «un crimen contra un ser indefenso» y los anticonceptivos, a juicio de la Hermandad, «si no cumplen una misión terapéutica, sirven para justificar el placer como fin, no como medio, acarreando un debilitamiento en la voluntad y una obsesión en la inteligencia que hace a las personas esclavas de sus instintos. Una sociedad para el placer -concluye la nota no sin cierto aire apocalíptico- pronto degenera en todos los vicios y abandona los ideales nobles».

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