Djokovic se hunde ante Nardi, el 123º del mundo

El joven italiano, repescado a última hora por el torneo, inflige al número uno su derrota más sonada en un Masters 1000, ante su rival peor clasificado: 6-4, 3-6 y 6-3

Djokovic y Nardi, en un instante del partido en Indian Wells.Jayne Kamin-Oncea (USA TODAY Sports via Reuters Con)

Volvió, vio y perdió. Un abrir y cerrar de ojos duró el paso de Novak Djokovic por Indian Wells, testigo esta madrugada de un episodio más que sorprendente. El número uno, que no competía en el desierto californiano desde 2019, cedió contra todo pronóstico frente al italiano Luca Nardi; uno que, poco menos, pasaba por allí. Absoluto desconocido. Jamás hubiera imaginado el 123º del mundo, 20 años y repescado a última hora por el torneo, que la vida le brindaría un...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Volvió, vio y perdió. Un abrir y cerrar de ojos duró el paso de Novak Djokovic por Indian Wells, testigo esta madrugada de un episodio más que sorprendente. El número uno, que no competía en el desierto californiano desde 2019, cedió contra todo pronóstico frente al italiano Luca Nardi; uno que, poco menos, pasaba por allí. Absoluto desconocido. Jamás hubiera imaginado el 123º del mundo, 20 años y repescado a última hora por el torneo, que la vida le brindaría una oportunidad así, una campanada (6-4, 3-6 y 6-3 en 2h 22m) que desde hoy figura como una de las manchas históricas en la carrera del serbio. Hasta ahora, el sudafricano Kevin Anderson —Miami 2008, como 122º— era el verdugo del balcánico con peor ranking en los Masters 1000. Ya había sufrido Nole en el estreno del domingo —cedió un parcial ante Alexander Vukic— y esta vez no pasó el corte: irreconocible, enfiló la salida rápido.

“Esta no es la mejor de las sensaciones. Caer tan pronto y especialmente aquí, donde no jugaba desde hacía tanto tiempo… Quería hacerlo bien. Quizá es porque hace casi dos meses que no juego, o porque hacía mucho que no jugaba aquí”, intentaba razonar el de Belgrado, que oficialmente ha comenzado el curso cuesta arriba. Cayó en enero en su guarida australiana —semifinales, frente a otro italiano, Jannik Sinner— y en su reaparición, encajó un golpe mayor. “Le felicito. No sabía mucho de él, pero le había visto jugar. Tiene calidad desde el fondo, sobre todo con la derecha, y se mueve bien. No tenía nada que perder. Se lo merece”, proseguía. “Pero estoy muy sorprendido con mi nivel. Fue muy, muy malo. Tiene talento, pero le he ayudado a jugar bien. Se han juntado las dos cosas: él ha tenido un gran día, y yo uno muy malo. He cometido errores graves y en el tercer set he sido muy defensivo. Ha sido una actuación muy pobre por mi parte”, se afeaba el rey del circuito.

Djokovic volvió a escena de la misma forma que la abandonó hace mes y medio, cuando perdió contra Sinner. Entonces podía encontrar justificación en la magnitud del rival, pero aquella tarde en Melbourne también propuso una versión inanimada y sin mordiente. Ganador de tres grandes el curso pasado, líder incontestable del circuito —1.715 puntos de renta sobre el virtual perseguidor, Sinner, y 1.820 sobre el murciano Carlos Alcaraz— y coleccionista de récords y más récords, no ha emprendido bien este 2024 y el presente le exige un golpe de timón. “Aún no he ganado ningún título este año, y no es algo a lo que esté habituado. Pero esto es parte del deporte. Debes aceptarlo. Espero romper esta racha negativa”, comentó después de ofrecer un rendimiento de mínimos, a remolque la mayor parte del duelo y extrañamente errático al resto, su especialidad. Obligado a apagar fuegos todo el rato ante un adversario que se creció.

“Creo que hasta hoy, nadie me conocía. Espero que el público haya disfrutado”, apuntaba feliz Nardi, que en la previa perdió contra David Goffin y luego, por una de esas carambolas, fue repescado para completar el cuadro principal del torneo. Él es, en concreto, el sexto jugador fuera del top-100 que bate a un número uno en la historia de los Masters 1000 —categoría creada en 1990, la segunda en importancia tras los majors—; otro de esos jóvenes que creció admirando al balcánico, de quien tiene un póster en su habitación. “Creo que es un milagro, tengo 20 años y no sé cómo he controlado los nervios. Le he ganado a Novak, esto es una locura”, procesa el joven italiano, que hasta ahora solo había logrado tres triunfos en el circuito de la ATP, ninguno esta temporada. Pocos indicios sobre él, producto de la prolífica cantera de su país, aunque en noviembre del curso pasado logró el acceso a la Copa de Maestros de las promesas y en el único pulso contra un top-10 que había disputado hasta ahora, le forzó a Stefanos Tsitsipas (Astana 2022) a un doble desempate.

Retorno a 2007: Cañas y Federer

Nardi ha ido fogueándose en el territorio de los challenger y próximamente irrumpirá entre los 100 mejores, merced a una de esas victorias a guardar. Una lesión de última hora de Tomás Martín Etcheverry le concedió pista y no ha desaprovechado la oportunidad. Sigue la estela, por ejemplo, de Pato Clavet —superior a Lleyton Hewitt en Miami 2003, como 178º— o del francés Richard Gasquet —el 101º ante Federer, en Montecarlo 2005—, y sonroja a un Djokovic que intentará resarcirse a continuación en Miami. “Ahora no juego muchos torneos, soy más selectivo, pero no creo que haya cometido ningún error viniendo aquí. Realmente quería venir”, señala el campeón de 24 grandes, mientras la historia dice que esta es la segunda derrota que sufre contra un repescado siendo el número uno; antes le sucedió contra Lorenzo Sonego, en Viena, 2020. Al mismo tiempo, en Indian Wells no ocurría algo similar desde 2007, cuando el argentino Guillermo Cañas ingresó como lucky loser y tumbó al entonces jerarca, el suizo Roger Federer.

“Él jugó más libre, fue más agresivo que yo. Unas veces se gana, y otras se pierde”, sintetizó Nole, quien como en 2006, 2018 y 2022, llega a mediados de marzo sin alzar ningún trofeo. Con 98 en su expediente, aspiraba al sexto en Indian Wells, para deshacer así el récord compartido con Federer. Pero no será así. Ausente desde 2019 en California, el serbio (36 años) parece haber encontrado un verdadero cepo en los italianos: cinco de sus nueve últimas derrotas se han producido contra jugadores transalpinos. “Antes de empezar el partido, le dije a mi entrenador que mi objetivo era no perder 6-1 y 6-1, pero después de tres o cuatro juegos me di cuenta de que podía ganar. Creo que el hecho de que hubiera viento me favoreció”, confesó Nardi, de la misma generación (2003) que Alcaraz o el danés Holger Rune, y que con 14 años logró su primer punto en el circuito profesional; “cada noche, lo último que veo antes de dormirme es a Novak [por el póster colgado en su habitación]. Y creo que a partir de ahora seguiré así”.

ALCARAZ, ESTA NOCHE ANTE MAROZSAN

En los octavos de final, Nardi se medirá el miércoles con el estadounidense Tommy Paul, que se impuso al francés Ugo Humert por un doble 6-4. También se cruzarán el búlgaro Grigor Dimitrov (doble 6-3 al francés Adrian Mannarino) y el ruso Daniil Medvedev, quien resistió al local Sebastian Korda (6-4, 57 y 6-3).

Esta noche, no antes de las 21.00 (Movistar+), intervendrá de nuevo Alcaraz, citado con el húngaro Fabian Marozsan. El español, dos del mundo y defensor del título en Indian Wells, busca su victoria 50 en los Masters 1000 —la 13ª en California, su marco más productivo hasta ahora junto con Madrid— y redimirse al mismo tiempo de la derrota del año pasado contra el húngaro, en Roma.  

También figura en el programa de este martes Jannik Sinner, citado (no antes de las 2.00) con el estadounidense Ben Shelton. El italiano, que amenaza estos días el segundo puesto mundial del murciano, enlaza 17 triunfos consecutivos y este curso no ha caído una sola vez (14-0).

En el cuadro femenino, la belorrusa Aryna Sabalenka batió a Emma Raducanu (6-3 y 7-5) y abordará a otra Emma, en este caso Navarro (6-1, 4-6 y 6-3 a Elina Svitolina). Entretanto, la japonesa Naomi Osaka cayó ante Eliste Mertens (7-5 y 6-4); la belga, presente por primera vez en los octavos, pugnará con Coco Gauff, superior a Lucia Bronzetti (6-2 y 7-6(5). También progresaron hacia la siguiente fase Daria Kasatkina, Yue Yuan, Maria Sakkari y Diane Parry.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Sobre la firma

Más información

Archivado En