Fahad está desconcertado

Las semifinales de la Copa del Mundo han dejado a Fahad un poco triste, un poco contento y un bastante desconcertado. O al menos es lo que me contó ayer tras la semifinal disputada entre Francia y Marruecos.

Dice Fahad que todo iba bien para él mientras veía el partido con su padre Nasser y su hermana Amira, a mamá Halima no le gusta el fútbol, porque ya tenía asegurado a Messi para la final y Francia iba ganando a Marruecos, lo que garantizaba la presencia de Griezmann en el otro vestuario de la gran final, cuando las cámaras de la televisión han enfocado a un niño vestido con la camis...

Las semifinales de la Copa del Mundo han dejado a Fahad un poco triste, un poco contento y un bastante desconcertado. O al menos es lo que me contó ayer tras la semifinal disputada entre Francia y Marruecos.

Dice Fahad que todo iba bien para él mientras veía el partido con su padre Nasser y su hermana Amira, a mamá Halima no le gusta el fútbol, porque ya tenía asegurado a Messi para la final y Francia iba ganando a Marruecos, lo que garantizaba la presencia de Griezmann en el otro vestuario de la gran final, cuando las cámaras de la televisión han enfocado a un niño vestido con la camiseta de Marruecos y 2 grandes lagrimones en sus mejillas.

Y ahí, algo le ha cambiado a Fahad en su ánimo porque se ha visto en ese niño, en sus ilusiones, en ese momento que de mágico pasa a trágico, en uno de esos segundos en los que el fútbol te ayuda a descubrir que el mundo no es perfecto y que las historias con final feliz solo existen en el cine… y cada vez menos.

Y el estómago se le ha cerrado definitivamente cuando su padre le ha recordado que ese niño se podía llamar como él y que estaban viviendo un momento histórico porque era la primera vez que un equipo árabe jugaba la semifinal del Mundial y estaba a un solo partido de la final. Fahad le ha contestado a su padre que la distancia era menos que un partido más el gol de Theo Hernández. Y han recordado el paseo que ha dado toda la familia junta esta mañana, la enorme cantidad de seguidores con la camiseta roja que han visto en la calle, los saludos afectuosos con ellos, los deseos de que defendieran con honor esa presencia de su cultura, de sus gentes y de esos sueños que, al parecer, son iguales aunque lleves camiseta de diferente color.

Pero lo que tiene a Fahad desconcertado es que nadie le había avisado que ni Leo Messi ni Antoine Griezmann son ya delanteros. Bueno, a ver cómo lo explicamos. Para Fahad los delanteros son los que juegan en la última línea de ataque,los que se miden por los goles que marcan, los que suelen ser un poco egoístas, o al menos es lo que suele pasar en su equipo, que cuando necesitas que te ayuden a defender y a frenar a los contrarios a ellos siempre les duele algo o están cansados o se les ha salido la bota o no han visto al rival aunque lo tenían a medio metro.

Pero ahora resulta que Griezmann juega casi de centrocampista y, en vez de un egoísta, se ha convertido en un jugador solidario y trabajador con la mirada puesta de la misma manera en cerrar una línea de pase como en dar un asistencia al espacio para Mbappé y que este se acerque al gol.

Y qué decir de Messi, de quien su padre Nasser le contaba que se enfadaba si un delantero marcaba más goles que él en un partido y mucho más si era de su equipo, y ahora le veía abrazarse con un chico de nombre Julián Álvarez y tan lleno de acné como de calidades para el gol, como si lo que le importara, por encima de todo, fuera que su equipo ganase y estuviera en la gran final.

Porque piensa Fahad que si ya es difícil para él jugar de titular en su equipo como centrocampista solo falta que también los delanteros quieran venir a disputarle el puesto.

Y visto el detalle con el que su entrenador seguía las cosas tácticas del Mundial, igual para este próximo partido se ponía a experimentar nuevas soluciones creativas. Y vale que Messi o Griezmann te puedan quitar el sitio pero que lo haga su amigo Haidar no, eso sí que no.

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