Martín, un poco más líder con las armas de Bagnaia

El español amplía la ventaja con su rival por el título tirando de las virtudes del italiano: la calculadora y la gestión medida los domingos

Marc Márquez (izquierda) y Jorge Martín (derecha) durante el GP de Australia este domingo.JOEL CARRETT (EFE)

El trepidante desenlace del Mundial de MotoGP en 2024 tiene a dos protagonistas claros y un invitado VIP. Marc Márquez, que desató una vez más toda su magia en el GP de Australia para remontar de la 13ª plaza en la primera curva hasta la victoria sobre la línea de meta, no piensa desaprovechar la tensión de la lucha por el título para sacar tajada y seguir ampliando un palmarés de leyenda. También su sonrisa. El ocho veces campeón del mundo, quizás no desde la posición que se esperaba, está siendo el rival más incómodo de Jorge Martín y Pecco Bagnaia, los contendientes enfrascados en un duelo infinito por la corona desde el año pasado.

En Phillip Island ganaron tanto Márquez como Martín. El primero, hinchándose de confianza con un recital de adelantamientos a pesar de contar con una moto del curso anterior: la parrilla entera teme, en su fuero interno, el nivel del 93 ya recuperado y con la última evolución de Ducati entre sus manos; el segundo, haciendo gala de su evolución dentro y fuera de la pista: tuvo agallas de luchar por el triunfo, pero supo rendirse ante el mayor ritmo y soltura del catalán, tirando de calculadora y de una gestión comedida el fin de semana, evitando rebasar el límite y besar el asfalto. Esas mismas virtudes le bastaron al italiano el año pasado.

Un sábado redondo y un domingo por delante del defensor del número uno es todo lo que necesitaba, un resultado que le permite mantener la voz cantante donde no la tuvo el año pasado. A estas alturas, Martín salió a 13 puntos de Bagnaia en 2023. Ahora le aventaja en 20. La dinámica del curso no ha sido la misma, y el español ha comandado la general tras los domingos en 15 de las 17 citas disputadas, limando su velocidad innata y explosividad características en aras de redondear su pilotaje y mimetizarse con las mejores características del enemigo.

“Es lo de siempre: cuando yo hago primero, Pecco está segundo. Cuando él hace primero, yo estoy segundo. Creo que el nivel que estamos demostrando cada fin de semana, sin bajarnos del podio, no sé si llevo ya 24 este año, es una pasada”, comentaba el piloto del Pramac a DAZN. De hecho, lleva 26 de 34 posibles contando las sprint, capaz de extraer su máximo potencial casi cada fin de semana. El madrileño ha caído tres veces en carrera, por siete del turinés, algo más perjudicado en lances con otros pilotos. La suerte, más bien la mala, puede ser también un factor decisivo.

En este sentido, Martín ha demostrado una contención diferencial ante las acometidas brutales de Enea Bastianini en Emilia-Romaña y la del propio Marc Márquez en Australia. Supo ceder a tiempo para no caer y firmar sendos ceros letales en la lucha por el campeonato. Aunque ambas maniobras le dolieron en el fragor de la batalla, los resultados le dan la razón ahora. Lo importante es estar por delante de Bagnaia, pase lo que pase. “Ahora vamos a dos circuitos que me gustan mucho”, avisa el italiano. Sin embargo, en Tailandia, la próxima parada, fue Martín el que logró un pleno de puntos el año pasado. El mismo resultado le daría un empujón decisivo e incluso le daría opciones matemáticas de ser campeón en Malasia.

Desde el entorno del español, piensan que poder tener bola de partido en Sepang, de aquí a dos semanas, puede resultar clave para evitar el enorme peso de otro todo o nada en Valencia. Aunque el Ricardo Tormo es un circuito más proclive para Martín, lo cierto es que Bagnaia ha sellado sus dos coronas consecutivas en el trazado español. “Tenemos que estar ahí cerca, porque sabemos que el potencial para ganar existe”, concluía el italiano, incapaz de dominar en la tabla a pesar de haber superado su récord de victorias en un año: ocho los domingos y seis los sábados, 21 podios de 34 posibles. El tercer cajón fue su tope en Phillip Island y la frustración por quedar a diez segundos del ganador, que será su siguiente compañero de equipo y le disputará su condición de líder en Ducati, resultaba más que evidente. Normal entre competidores en la élite.

Marc Márquez, preguntado por su posible condición de juez del Mundial, fue tajante sobre el asunto. “Cada uno hace su carrera y se ha visto. Intenté ganar, como ya pasó en el pasado. Siempre se intenta sacar el máximo”, remachó el ocho veces campeón del mundo. De hecho, el 93 ve una oportunidad para seguir sumando gracias a todo lo que está en juego entre los dos pilotos más rápidos de la parrilla hoy en día: “Jorge tenía más a perder que yo, y eso también me ha ayudado un poquito”.

En los tres fines de semana que restan, el miedo a perder puede pesar más que las ganas de ganar. La igualdad es máxima, y cada pequeño detalle será decisivo. “Cada pista es un mundo, pasa de todo y es como empezar de cero”, resumía Martín. Bagnaia, por su parte, apuesta por otra resolución en Valencia. Quedan seis finales.

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