Álex Rins: tercera operación en la pierna derecha en cuatro meses
El piloto de Honda, que correrá con Yamaha en 2024, mantiene el optimismo a pesar de no haberse recuperado de la doble fractura de tibia y peroné del pasado junio, la lesión más grave de su trayectoria
Álex Rins Navarro (Barcelona; 27 años) ha vivido lo mejor y lo peor del motociclismo en cuestión de semanas esta temporada. Empezó el curso cortando una sequía histórica para Honda con su victoria en el el GP de las Américas, la tercera carrera del año. Poco después, sin embargo, la indomable moto japonesa le mandó varias veces al suelo hasta que una fea caída en el GP de Italia, la sexta prueba, le provocó una grave lesión en la pierna dere...
Álex Rins Navarro (Barcelona; 27 años) ha vivido lo mejor y lo peor del motociclismo en cuestión de semanas esta temporada. Empezó el curso cortando una sequía histórica para Honda con su victoria en el el GP de las Américas, la tercera carrera del año. Poco después, sin embargo, la indomable moto japonesa le mandó varias veces al suelo hasta que una fea caída en el GP de Italia, la sexta prueba, le provocó una grave lesión en la pierna derecha. Eso era en junio. Las consecuencias de su doble fractura de tibia y peroné todavía las arrastra y los constantes dolores le han obligado a bajarse de la moto otra vez para operarse por tercera vez en búsqueda de una solución definitiva.
“Vamos tirando, pero se me está haciendo largo”, explicaba el piloto a EL PAÍS antes de pasar por quirófano. La nueva intervención de ayer extirpó una pequeña hernia en la tibia que ha sido identificada como posible origen de las punzadas de dolor. Esto obligará al catalán a perderse su décimo gran premio del curso a las dos semanas de haber regresado al ruedo con una meritoria novena plaza en el GP de Indonesia. La semana pasada, en Phillip Island (Australia), sus sensaciones empeoraron el viernes y el sábado se fue a Melbourne para pasar una revisión de urgencia con los médicos. Aunque se descartó una regresión, los especialistas le recomendaron abandonar la prueba y saltarse también el GP de Tailandia de este fin de semana.
Para entender la complejidad de la lesión de Rins basta con escuchar el pronóstico inicial de los médicos. “Me dijeron que tardaría seis meses en haber callo óseo desde la fecha de la operación, así que la fractura todavía no está consolidada”, recordaba. Él acortó los plazos más de dos meses tras una intervención inicial de urgencia en Italia el 11 de junio, que dio paso 12 días después a una segunda en Madrid para consolidar los huesos.
Rins, ganador de seis grandes premios y autor de 18 podios en la categoría reina, se mantiene optimista mientras navega el revés físico más importante de carrera. En su cabeza siguen bien vivos los recuerdos del dolor, de la caída. “Di mucho gas y salí disparado. Volé y volé, con la mala suerte de que caí de rodillas”, rememoraba hace unos días sobre su fatídico sábado en Misano. “Lo peor fue el dolor, estuve llorando todo el día cuando se me pasó la anestesia”, añadía.
De Honda a Yamaha: “No sé lo que me encontraré”
Durante su primera convalecencia, todavía en el hospital, el barcelonés firmó un contrato de fábrica con Yamaha de cara a 2024. Usaba así una cláusula en su contrato para huir del desastre de Honda después de haber participado en seis carreras con la moto satélite del Team LCR. “Lo que me ha hecho tomar esta solución es que no hayan contado conmigo para probar cosas nuevas, o hayan contado conmigo tarde”, decía el único ganador del año con una Honda.
En tres años, Rins habrá pilotado para tres marcas japonesas coincidiendo con uno de los peores momentos de la historia para todas ellas. “No sé lo que me encontraré, un nuevo reto en todo caso”, apunta él sobre la crisis que sufre su nueva fábrica. No será el único ni el más notable en abandonar el barco de Honda después del divorcio reciente entre la marca del ala dorada y Marc Márquez. “Mi mayor decepción ha sido que se me haya apartado de la toma de decisiones”, confesaba el barcelonés.
Preguntado sobre qué factor considera más importante a la hora de explicar la falta de competitividad de las máquinas japonesas, Rins señala claramente los nuevos métodos de trabajo impulsados por las fábricas europeas. “Si nos fijamos en Ducati, pienso que tiene mucho que ver con la información con la que cuentan. Hacen muchas pruebas y tienen ocho motos en pista. Para mí esto es muy relevante. Aprilia lleva evolucionando con Aleix [Espargaró] desde 2017, y en KTM también trabajado muy fuerte con Dani Pedrosa en el equipo de pruebas, alguien que conoce muy bien la competición”, concluía.
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