Cuando Rebeca Andrade queda suspendida en el aire
Análisis de la victoria de Simone Biles, que necesitó esmerarse al máximo en su ejercicio de suelo para superar a la gimnasta brasileña
Primero Sunisa, luego Rebeca, después Simone. Compitieron en el orden al que las destinaron sus actuaciones en la calificación. Según el protocolo, las seis mejores gimnastas actúan siguiendo lo que se conoce como orden o rotación olímpica: salto, barras paralelas asimétricas, barra de equilibrios y suelo. Van cambiando su orden de salida en cada rotación de manera que la gimnasta con la mejor nota de la calificación, y que, por tanto, tiene más probabilidades de conseguir la ...
Primero Sunisa, luego Rebeca, después Simone. Compitieron en el orden al que las destinaron sus actuaciones en la calificación. Según el protocolo, las seis mejores gimnastas actúan siguiendo lo que se conoce como orden o rotación olímpica: salto, barras paralelas asimétricas, barra de equilibrios y suelo. Van cambiando su orden de salida en cada rotación de manera que la gimnasta con la mejor nota de la calificación, y que, por tanto, tiene más probabilidades de conseguir la medalla de oro, actúe de última en suelo con todos los ojos puestos en ella.
Después de Sunisa Lee, campeona olímpica en Tokio, salió Rebeca Andrade en salto y realizó un cheng magistral. La entrada del cheng es de tipo omelianchik (una rondada antes de tocar el trampolín para abordar el caballo de saltos de espaldas, como en un yúrchenko, pero realizando un medio giro antes de llegar a poner a las manos en la plataforma), de manera que el mortal después de la repulsión de brazos lo realiza hacia adelante. Rebeca se elevó y, algo característico de ella, se quedó suspendida en el aire una fracción de segundo antes de girar longitudinalmente una vez y media. Esa suspensión le permite aprovechar las leyes de la física para hacer giros longitudinales (piruetas) de manual.
Simone Biles sabe que su cheng no es tan bueno como el de Andrade, de modo que usó su as en la manga: el biles II. Se lo vimos el día de la calificación y le salió muy parecido: entrada de tipo yúrchenko y dos rotaciones y media en el eje transversal (mortales) en posición carpada (doblada por la cintura y con las piernas estiradas) hacia atrás. Solo ella lo hace. Al igual que en la calificación, lo sobrerrota teniendo que dar un paso atrás con salto para frenarse. Es un fallo menor en un salto como este, que tiene un valor de dificultad ocho décimas mayor que el de Andrade.
En las asimétricas se igualan mucho las cosas. Rebeca Andrade suele ser mejor que Simone Biles en cuanto a ejecución, y hoy ambas realizaron ejercicios con el mismo valor de dificultad. Rebeca ejecuta múltiples elementos enlazados que le otorgan al ejercicio unas cuantas décimas de bonificación por enlaces: vuelta cerca de la banda, giro en vertical, suelta, transición a la barra baja, transición a la barra alta... Ejecutó todo eso enlazado, aunque con algunos problemas en esa transición a la barra alta (el van leeuwen: vuelta pisada en la banda inferior para salir propulsada hacia atrás y agarrarse a la barra alta después de haber hecho un medio giro), con la cara muy cerca de barra de arriba. Continuó con otra suelta, otra vuelta (esta vez pisando la barra), otro giro en la vertical y la salida de doble mortal atrás agrupado con pirueta. Simone Biles tiene un ejercicio similar, pero sin tantos enlaces y recurriendo a una salida de gran dificultad: giro en la vertical enlazada con un fabrichnova (doble mortal atrás agrupado con doble pirueta). Es como la salida de Andrade, pero con un giro más. No obstante, a las décimas habituales que Biles suele dejarse en este aparato por incorrección postural, se le sumaron más décimas y un punto entero de penalización por doblar las rodillas para no tocar con los pies en el suelo y pararse en el pak: la transición de la banda alta a la baja que consiste en un mortal atrás extendido desplazándose hacia adelante.
Con el ambiente caldeado, Biles en tercera posición y Andrade en cabeza, el grupo de las mejores se trasladó a la temida barra de equilibrios, tan fácil de fallar. Biles abrió la rotación provocándonos un pequeño vuelco al corazón en su triple giro en cosaco (con la pierna de apoyo en cuclillas y la otra extendida) y en su rueda sin manos: dos de los elementos en los que ya había tenido problemas en estos Juegos, nada muy grave. Todo lo demás le salió bien. Salida de doble mortal atrás agrupado con pirueta. Una salida dificilísima que ella hace fácil y que la ayudaría a ponerse de nuevo en primera posición. Rebeca Andrade cerró la rotación. Su nota de partida es tres décimas menor que la de Biles y en su serie acrobática tuvo un desequilibrio importante. Pero se recompuso, continuó con fluidez y terminó con un doble en carpa (doblada por la cintura y piernas extendidas) algo infrarrotado pero que resultó suficiente para no despegarse de Biles.
La competición se decidió en suelo. Rebeca Andrade nos encantó con su ya popular Baile de favela, pero con algunas imprecisiones y una salida con un pie de los límites del practicable en su primera serie acrobática: mortal en plancha con pirueta a seguir con rondada, flicflac y doble mortal agrupado con pirueta. Nos regaló un doble mortal en plancha clavado, eso sí, y un buen doble mortal en plancha con pirueta. Algunos sabíamos que, con poco que se esmerase Biles, Rebeca Andrade se quedaría con la plata.
Y Biles se esmeró para ofrecernos su mejor ejercicio de suelo de estos Juegos por el momento. Acompañada de música de Taylor Swift, le reconocieron todas las dificultades y ejecutó todos sus elementos característicos sin problemas, como el biles I (doble mortal agrupado con triple pirueta) y el biles II (doble mortal en plancha con medio giro al final).
Primero Simone, luego Rebeca, después Sunisa. Así quedó el podio del concurso general de gimnasia artística femenina en París.
Cristina Martínez Jiménez es divulgadora de gimnasia artística en gimnastas.net
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir la newsletter diaria de los Juegos Olímpicos de París.