El 3x3, el baloncesto callejero al que España llegó con una canasta de espaldas
La selección femenina se estrena en unos Juegos en esta disciplina después de una clasificación inverosímil
Es difícil encontrar un guion más loco que clasificarse para los Juegos Olímpicos por primera vez con una canasta en el último segundo… ¡y de espaldas! La proeza la consiguió hace dos meses la selección española femenina de 3x3 y la autora de ese bingo fue Gracia Alonso de Armiño. Era la última acción del encuentro decisivo del torneo preolímpico, ante Canadá. Empate a 18. Posesión para España. “La jugada estaba pensada para mis compañeras Sandra y Vega”, relata la protagonista, “pero la defensa rival nos cambió el pla...
Es difícil encontrar un guion más loco que clasificarse para los Juegos Olímpicos por primera vez con una canasta en el último segundo… ¡y de espaldas! La proeza la consiguió hace dos meses la selección española femenina de 3x3 y la autora de ese bingo fue Gracia Alonso de Armiño. Era la última acción del encuentro decisivo del torneo preolímpico, ante Canadá. Empate a 18. Posesión para España. “La jugada estaba pensada para mis compañeras Sandra y Vega”, relata la protagonista, “pero la defensa rival nos cambió el plan. Me llegó la pelota. Quedaban cuatro segundos. Tuve que lanzar con dos canadienses encima, casi me taponan y bombeé el tiro más de lo normal. Sabía que no entraba y me fui al rebote. Lo palmeé como pude para tirar el balón a un lado. No quedaba tiempo y el oxígeno estaba bajo mínimo. Pero tenía en la pista la referencia del semicírculo. No quedaba otra que tirar de espaldas, un tiro perpendicular. Ni tuve tiempo de pensar, fue pura intuición. ¡Y entró! Fue la locura, la euforia. Cada vez que veo la jugada me sigue sorprendiendo. Esa es la esencia del 3x3, todo cambia enseguida. En la vida imaginé que podía meter una canasta así”.
La acrobacia otorgó a la selección femenina el billete para sus primeros Juegos después de quedarse fuera de Tokio, donde se estrenó esta modalidad de baloncesto que simboliza la apuesta del COI por el deporte callejero. Son tres contra tres en media pista, en partido resueltos en 10 minutos, o antes a favor del equipo que llegue a 21 puntos. Las canastas por detrás de la línea de triple valen dos puntos; por dentro, uno. Un espectáculo.
España debuta hoy en la pista de La Concorde (21.00) contra Azerbaiyán, primer duelo de una liguilla de todos contra todos y que completan Australia, Estados Unidos, Francia, China, Alemania y Canadá. Los dos primeros acceden a semifinales, los dos últimos quedan eliminados y del tercero al sexto disputan dos encuentros de cuartos. La selección femenina (la masculina no se clasificó) está formada por Vega Gimeno (33 años, jugadora del Zaragoza), Sandra Ygueravide (39; Girona), Juana Camilión (25; Estudiantes) y Gracia Alonso de Armiño (31; Estudiantes). Las cuatro han cambiado en los últimos veranos el baloncesto 5x5 en el que se alistan durante toda la temporada por este 3x3 que supone casi un deporte nuevo por lo diferente que es respecto al juego tradicional. “Aquí en 10 minutos pasan muchas cosas, puede cambiar todo en 15 segundos. Es rápido, intenso, muy divertido sobre todo para la gente que lo ve en directo, engancha”, explica la seleccionadora, Ana Junyer.
“Es una disciplina muy dinámica, muy exigente físicamente, el nivel de contacto es más elevado, se permite más, hay que estar preparada para competir con mucho impacto, es más físico porque es el baloncesto de la calle. El cansancio pesa mucho. Hasta que no juegas no ves lo diferente que es”, añade Gracia Alonso. La capitana, Vega Gimeno, se marca el objetivo mínimo de llegar a cuartos: “Llevamos mucho peleando por esto. Encajamos un palo muy duro al quedarnos fuera de Tokio. Ahora estamos en muy buen momento, nos vemos con opciones de medalla”.
Gracia Alonso de Armiño también eleva las expectativas del equipo español. “Tenemos muy buena plantilla. Optamos a lo máximo pese a la dificultad. Tenemos talento, nos conocemos y somos unas competidoras natas”, afirma. Eso sí, no quiere saber nada de otra canasta de espaldas: “¡Ya no me la volvería a jugar, la meto a la primera!”.
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