España se desmorona en el último cuarto ante Serbia y se pierde la final
La selección paga su falta de eficacia en el tramo (10-9) y disputará la medalla de bronce contra Hungría
La selección masculina de waterpolo dejó escapar una estupenda oportunidad para volver a una final olímpica 25 años después de la medalla de oro que conquistó en Atlanta con el equipo que lideraba Manel Estiarte. Fue una ocasión como pocas, porque el equipo que dirige David Martín jugó con la determinación y el acierto imprescindibles para superar a un rival tan duro como Serbia, campeón olímpico en Río, donde también eliminó a España, ...
La selección masculina de waterpolo dejó escapar una estupenda oportunidad para volver a una final olímpica 25 años después de la medalla de oro que conquistó en Atlanta con el equipo que lideraba Manel Estiarte. Fue una ocasión como pocas, porque el equipo que dirige David Martín jugó con la determinación y el acierto imprescindibles para superar a un rival tan duro como Serbia, campeón olímpico en Río, donde también eliminó a España, entonces en los cuartos de final. Pero de nuevo cayó el equipo español (10-9), desacertado y desfondado en los instantes decisivos. Disputará este domingo contra Hungría (4.40) el partido por la medalla de bronce. Serbia optará a repetir el título olímpico en la final ante Grecia (9.30),
España se rehizo de un inicio tibio (2-0) y dio la impresión de que tenía encarrilado el partido. Mandaba por 6-8 después de que el VAR validara un gol de Mallarach, junto a Munarriz y Tahull, el mejor en el ataque español. Serbia aumentó entonces un punto su extrema presión defensiva, obligó a España a pensar en exceso sus acciones. Los jugadores españoles empezaron a dudar. Perdieron el ritmo vivo y con mucho nado rápido que le convenía y Serbia apabulló en el último cuarto. Aprovechó mucho mejor las acciones en superioridad en ese periodo. Marcó tres goles las cuatro veces que atacó con un hombre más. En cambio, España solo aprovechó dos de las siete veces que estuvo en superioridad numérica. El resultado fue que España recibió cinco goles en ese último cuarto fatídico. Perdió varias ocasiones ofensivas y al final un trallazo de Filip Filipovic, una de las grandes estrellas del deporte serbio, batió a Dani López Pinedo cuando faltaban solo 23 segundos para la conclusión. Fue el tanto que decidió el duelo.
“Ha sido una auténtica batalla física. Ellos han conseguido imponer el ritmo que les convenía, con muchas exclusiones y muchos parones en el juego. Y nos ha costado ajustarnos. Sabemos que si le metemos mucho ritmo al partido podemos superarles como así ha sido, pero llega un momento en el que ellos también aprietan mucho. Nosotros ya no teníamos tanto recambio de jugadores y nos ha empezado a costar”, analizó David Martín. “Desde luego no estaba en nuestra libreta recibir cinco goles en el último cuarto, pero estoy orgulloso del equipo y ahora intentaremos sobreponernos para conseguir la medalla de bronce contra Hungría. Queremos esa medalla y la lucharemos hasta el final. Nos ha tocado otro coco, que viene más fresca que nosotros. Si el equipo juega como hoy, pase lo que pase, estaré orgulloso, porque creo que el torneo que está realizando está siendo de diez”, cerró el seleccionador español.
Felipe Perrone, uno de los que lleva un montón de años bregando para devolver a España a la lucha por el oro, salió echando chispas de la piscina de Tatsumi. Se había perdido el duelo que debía culminar el trabajo de recuperación después de una década en el segundo plano en los grandes torneos internacionales. La vuelta a los podios empezó con la llegada del seleccionador David Martín y las medallas de plata en los Europeos de 2018 y 2020 y en el Mundial de 2019. Fueron los años en que se fue incorporando la nueva generación. Munarriz, Granados, De Toro, Larumbe y Tahull. “¡No, por favor, no vamos a perder otra vez!”, les insistía Perrone cuando hicieron sus primeros pinitos. Y así fue, la selección volvió a ganar mucho más que a perder. Y así es como se plantó por sexta vez en una semifinal olímpica. Las otras le llevaron a la plata en Barcelona 1992, al oro en Atlanta 1996, y a tres cuartos puestos en Moscú 1980, Los Ángeles 1984 y Sidney 2000, el año de la despedida de Estiarte. Nunca ganaron el partido por la medalla de bronce, el desafío que se les presenta ahora para seguir manteniendo esa línea de juego y de resultados que les permite subir al podio de los grandes torneos internacionales desde 2018.
Serbia, 10; España, 9
Serbia: Mitrovic; Dedovic, Randelovic, Pijetlovic, Rasovic (2), Filipovic (2 ), Prlainovic (1) –equipo inicial-; Mandic (3), Lazic, Aleksic, Jakic (1) y Mitrovic (1).
España: Pinedo; Munarriz (2) Granados (1), De Toro, Larumbe, Famera, Perrone (1) –equipo inicial-; Sanahuja, Fran, Tahull (2), Mallarach (2) y Bustos (1).
Parciales: 2-0, 2-5, 1-2 y 5-2.
Árbitros: Alexandrescu y Zwart.
Centro de waterpolo de Tatsumi.
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