España, con todo a por el oro

El equipo femenino de waterpolo bate a Hungría (8-6) y el sábado se reencontrará con Estados Unidos (15-11 ante Rusia) por el título olímpico, al igual que en 2012. Ester bajo palos y Anni Espar, decisivas

Maica García celebra su gol durante el partido contra Hungría en el Centro Acuático de Tatsumi.ANGELA WEISS (AFP)
Tokio -

Podría pensarse que el trabajo está hecho, que está garantizado el metal, caer en la tentación del conformismo. Pero no. La selección femenina de waterpolo mantiene una vieja deuda consigo misma y tendrá la oportunidad da saldarla el sábado (9.30, TVE), cuando abordará a Estados Unidos (15-11 contra Rusia) por el oro en estos Juegos de Tokio. Al ritmo ofensivo de Anni Espar, las paradas de Laura Ester y un sincronizado ejercicio defensivo, las chicas de ...

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Podría pensarse que el trabajo está hecho, que está garantizado el metal, caer en la tentación del conformismo. Pero no. La selección femenina de waterpolo mantiene una vieja deuda consigo misma y tendrá la oportunidad da saldarla el sábado (9.30, TVE), cuando abordará a Estados Unidos (15-11 contra Rusia) por el oro en estos Juegos de Tokio. Al ritmo ofensivo de Anni Espar, las paradas de Laura Ester y un sincronizado ejercicio defensivo, las chicas de Miki Oca rindieron a Hungría (8-6) y disputarán de nuevo la final, como ocurriera en 2012. Entonces, también frente a las norteamericanas, se quedó una espina clavada y ahora, dicen las internacionales, es la hora de sacársela.

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El grito húngaro en la conjura no hizo más que estimular la salida de las jugadoras españolas, miradas ardientes y máxima intensidad en la defensa; agresividad coral y perfectamente organizada, traducida en dominio e intimidación. Una estupenda tarjeta de presentación. Anni Espar abrió el marcador con un latigazo y a continuación el vídeo rectificó su segundo dardazo porque el balón no llegó entrar del todo. En cualquier caso, se sumó después Bea Ortiz apoyándose en el agua, escorada y buscando el ángulo, con clase. Renta de dos goles en el primer cuarto y Hungría negada: cero de cinco, dos pelotazos estrellados en la cruceta.

No se relajó España, que volvió a la carga. Arengó Anni Espar con su acierto desde media distancia, dos punzadas más y un larguero entre medias, y se incorporó desde el otro perfil Judith Forca, rectificando con la zurda para abrir brecha e ir perforando un poco más la moral húngara. Illes recortó, pero bajo los palos se agrandó Laura Ester, inmensa todo el duelo. Echó el cerrojo la portera y se lució en el mano a mano con Kesztheliy, pero Szylagyi sacó el brazo a pasear y sostuvo a las suyas con dos lanzamientos imparables. En todo caso, el parcial de 3-2 planteaba un escenario más que sugerente. Plan ejecutado a rajatabla.

Se repitió en el tercer acto, en el que se multiplicó la fricción. Bloqueadas hasta entonces, las húngaras arremetieron con todo, pero la coraza española les impidió aprovechar las superioridades y Elena Ruiz –16 años y dos goles, no se olvide– y Mayca García –exquisito palmeo en la elevación para rematar la asistencia– intervinieron para marcar la máxima diferencia. A falta del último periodo, el botín de cuatro tantos se antojaba casi decisivo, pero quedaba poner el lazo y redondear el pase a la final. Se sufrió, claro.

La contemporización y la falta de pólvora dio aire a las magiares, que limaron (8-6) y dispusieron de un par de opciones para situarse a un solo gol. Sin embargo, ahí estaba la madera, primero, y después la gran Ester. Nueve paradas a los quince tiros, reflejó la estadística.

Así aterrizó España donde quería y se adivinaba. Después de nueve años de resarcimiento y evolución, el sábado tendrá enfrente a la rival que le privó de alcanzar el oro. Cuentas pendientes, pues. Lo saben las jugadoras y lo expresan: alto y claro. Sin medianías, relajación ni vendas. Es la hora del gran golpe. No es ninguna utopía. Estados Unidos ya sabe lo que es perder en este campeonato –ante esta misma Hungría, precisamente– y de antemano, la plata les sabe a poco a las de Oca. La obra, repiten, está inacabada. Se lo creen. Y las hazañas suelen empezar por ahí.

ESPAÑA, 8 - HUNGRÍA, 6

España: Laura Ester, Anni Espar (3), Bea Ortiz (1), Clara Espar, Pili Peña, Roser Tarragó, y Paula Leiton. Suplentes: Marta Bach, Elena Ruiz (2), Irene González, Judith Forca (1) y Maica García (1).

Hungría: Magyari, Szilagyi (3), Valyi (1), Szucs, Parkes, Keszthelyi (1) y Garda. Suplentes: Gurisatti, Illes (1), Leimeter, Gyongyossy y Rybanska.

Parciales: 2-0, 3-2, 3-2 y 0-2.

Árbitros: Nenad Peris (CRO) y Bojin Putnikovic (SER). Amonestaron a Miki Oca por protestar. Excluyeron por tres expulsiones a Bea Ortiz.

Centro Acuático Tatsumi. Sin público.

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