El oro que le falta a Dani Alves
El lateral, de 38 años, debuta en unos Juegos en busca de ampliar su inigualable palmarés de 42 títulos
El vuelo era de Belgrado, donde la selección olímpica masculina de fútbol de Brasil hizo una concentración, a Tokio, parada exigida para disputar los Juegos Olímpicos. Entonces, Dani Alves (Bahía, Brasil; 38 años) cogió un pañuelo de las azafatas y se lo echó al cuello, también arrambló con el papel de las indicaciones y se sentó en el sillón junto al interfono. “Para salir del avión en caso de emergencia…”, comenzó a recitar al tiempo que e...
El vuelo era de Belgrado, donde la selección olímpica masculina de fútbol de Brasil hizo una concentración, a Tokio, parada exigida para disputar los Juegos Olímpicos. Entonces, Dani Alves (Bahía, Brasil; 38 años) cogió un pañuelo de las azafatas y se lo echó al cuello, también arrambló con el papel de las indicaciones y se sentó en el sillón junto al interfono. “Para salir del avión en caso de emergencia…”, comenzó a recitar al tiempo que el atacante Matheus Cunha hacía las veces de una azafata con los reconocidos gestos en medio del pasillo. Las risas fueron incontenibles y Alves, líder de la selección sub-23 -cubre junto al portero Santos y al central Diego Carlos las plazas de los mayores permitidos-, mostró su orgullo, feliz por el resultado. Es la parte divertida del lateral derecho. La otra es la competitiva. Por eso estaba en el avión, porque es el jugador con más títulos en la historia (42) y todavía le faltan unos Juegos en el palmarés. Frente a Alemania (victoria por 4-2), con Richarlison desatado y a pesar de que el equipo se durmió en los últimos compases, comenzó de la mejor de las maneras.
Hace unos meses, todavía titular en el São Paulo, Alves presentó su candidatura para acompañar a la selección a Tokio. “Nunca había competido en unos Juegos, por lo que era el matrimonio perfecto. Es un líder, un ganador, tiene mucho carisma y es respetado por todos. Por algo tiene ese historial repleto de títulos”, le reconoció el seleccionador, André Jardine, que solo cuenta con tres años más que el carrilero. Alves respondió: “Estar aquí es un sentimiento especial. Lo intenté dos veces, no pude, y a la tercera lo logré. Y por mucho que haya vivido cosas grandiosas, es la primera vez y uno siente mariposas en el estómago. Soy como Benjamin Button, cada vez más joven. Agradezco la confianza y espero estar a la altura de la selección”.
Motivación no le falta. Solo había que verle antes del duelo contra Alemania, mientras sonaban las notas del himno brasileño, mano al pecho, ojos cerrados y cantando con pasión cada palabra, ataviado también con el brazalete y la mirada afilada que siempre le representó. Algo de lo que no quedaron dudas cuando el balón echó a rodar, todavía capital para la salida desde atrás, con piernas para subir y poner centros, francotirador de faltas lejanas. Aunque la gloria se la llevó Richarlison (delantero del Everton), que antes de que acabar el primer acto ya había hecho un triplete. Azuzadora noticia para una selección que se coronó por primera vez en el torneo en la pasada edición, entonces equipo liderado por Neymar. Y eso quiere repetir Alves, el futbolista con más trofeos en la historia (seis más que Iniesta, Messi y Maxwell), pues entre Sevilla, Barça, Juventus, PSG y el último título Paulista con el São Paulo, además de con Brasil, cuenta con 10 ligas, siete Copas, siete Supercopas, una Copa de la Liga, tres Champions, dos Copas de la UEFA, dos Copas América, cuatro Supercopas de Europa, dos Copas Confederaciones, tres Mundiales de Clubes y un Mundial Sub-20. “Quiero llegar a los 50 títulos”, confesó el lateral no hace tanto para la UEFA.
Siempre fue así. Por eso, hace dos años tras coronarse en la Copa América, colgó en las redes sociales: “Busco trabajo, ¿dónde pongo mi currículo? Que alguien me avise por aquí si lee esto”. Le fichó el São Paulo y se puso a tono, ya con 100 partidos con la selección absoluta, el quinto en lograrlo tras Cafú (142), Roberto Carlos (125), Lucio (105) y Taffarel (101). Ahora lo hace con la sub-23 y, por el momento, Brasil superó a Alemania. Para cerrar la liguilla, ya muy de cara, les queda Costa de Marfil el día 25 de julio y Arabia Saudí el 28. Es el título que le falta. Pero también un Mundial. “Espero estar en Qatar 2022”, advirtió hace unos meses. Palabra, como vio Jardine, no le falta.
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