El Espanyol oficializa al Velocity Sports Partners de Alan Pace como nuevo dueño
El club blanquiazul cierra una etapa de nueve años bajo el mando del Grupo Rastar, que no desaparecerá del todo
Después de casi una década de montaña rusa, el Espanyol, oficialmente, tiene nuevos dueños. Velocity Sports Partners (VSP), brazo inversor deportivo del ALK Capital liderado por Alan Pace, empresario estadounidense y propietario del Burnley inglés, se convierte en el máximo accionista del club blanquiazul. La operación, valorada en 130 millones de euros más variables por el 99,65% del capital total, se oficializó este jueves después de que el primer pago de 65 millones fuese validado. La firma de los documentos se produjo este miércoles en un despacho del bufete Rousaud Costas Durán, con Pace y el actual CEO Mao Ye como protagonistas, aunque el primer anuncio del cambio de rumbo se comunicó el pasado 14 de julio. Rastar Group deja la propiedad tras nueve años, pero no desaparece del todo, ya que mantendrá una participación del 16,45% de la empresa matriz y que podrá vender en dos o cinco años.
“Pericos, pericas, ha llegado el gran día. Es un gran honor dirigirme a todos vosotros. Llego con el máximo respeto con la gestión de este club, por su gente, por todo lo que represente el sentimiento blanquiazul. Asumo este reto con una enorme ilusión. Nuestro compromiso es claro: trabajar cada día para vosotros”, confesó Pace en castellano, idioma en el que se desenvuelve, al contrario que el anterior propietario, en un vídeo distribuido por la entidad catalana. Y es que Pace ya conoce Barcelona: estuvo en los 90 para cursar un máster. De hecho, su pasión por el fútbol creció cuando en 1992 vivió en el Camp Nou un clásico que Stoichkov resolvió en el minuto 87.
“Esta transición marca un nuevo capítulo para el RCD Espanyol”, asegura el club en su comunicado oficial. “Esta nueva asociación se fundamenta en una visión compartida para construir sobre el rico legado del club y su profunda conexión con la comunidad local”, continúa la nota. La etapa de Chen Yansheng, que empezó en enero de 2016 con ilusión, fue convulsa: 13 entrenadores y seis directores deportivos en nueve años, dos descensos, un tercero a punto de producirse y la sensación de dejadez y lejanía con la afición. A pesar de importantes inversiones económicas con ampliaciones de capital para sanear el club, el vínculo con la grada nunca llegó a existir, y las protestas y quejas por parte de los aficionados por su gestión fueron in crescendo.
Ahora, Alan Pace, promete cambiar el rumbo. “El fútbol siempre ha pertenecido a su gente. Nuestro papel no es reemplazar el legado, sino construir sobre él, con cuidado, claridad y propósito”, asegura el estadounidense en declaraciones compartidas por el Espanyol. Su presencia en Cornellà, acompañada de la de JJ Watt, exjugador de fútbol americano ya accionista, y de dos de sus hombres de confianza, Antonio Dávila y Brad Spiby, evidencia un estilo más cercano y directo que el de su predecesor. Una estrategia para reconectar al club con su masa social.
El socio director de ALK Capital también ha destacado que, aunque sea propietario del Burnley, “cada club conservará su propia identidad, liderazgo, independencia y toma de decisiones”. Un modelo “multiclub” que se basará en la colaboración, pero manteniendo esa identidad local que pretenden fortalecer. Además, el Espanyol también se plantea el objetivo de invertir en “academias e infraestructuras de nivel internacional, lograr el éxito futbolístico a largo plazo dentro y fuera del campo, y fomentar una relación abierta y transparente con los aficionados”.
De hecho, este verano, el socio y abonado del Espanyol ya respondió: el club cuenta con más de 31.000 abonados y cerca de 36.000 socios, cifras que no se veían desde la inauguración del RCDE Stadium hace quince años.
El cambio de dueños, además, llega a las puertas del 125 aniversario el próximo 28 de octubre. Ya llevan unos meses trabajando con el club, y la próxima semana, en una rueda de prensa de Alan Pace, se explicará el camino que va a tomar. Tras un inicio de temporada prometedor que luego se desinfló hasta la novena plaza, la ilusión vuelve a florecer en la grada.