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El salto del Madrid de Xabi: defiende 10 metros más arriba y roba como nunca

Contra el Olympique de Marsella recuperó 13 balones en campo contrario en el primer tiempo, su récord en la Champions, y Mbappé presionó 24 veces, su segundo mayor registro desde 2019

Se puede sospechar cierta alma de topógrafo en Xabi Alonso; con la cuadrícula que ha hecho pintar en los campos de entrenamiento de Valdebebas, su inquietud por las distancias a las que se sitúan los futbolistas y el dron con el que las vigila. Por ahí empezó a operar en el Real Madrid en julio para preparar el Mundial de Clubes: “Si tenemos mejores distancias, tanto sin balón como con balón, vamos a estar mejor posicionados y todo va a funcionar mucho mejor”, ...

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Se puede sospechar cierta alma de topógrafo en Xabi Alonso; con la cuadrícula que ha hecho pintar en los campos de entrenamiento de Valdebebas, su inquietud por las distancias a las que se sitúan los futbolistas y el dron con el que las vigila. Por ahí empezó a operar en el Real Madrid en julio para preparar el Mundial de Clubes: “Si tenemos mejores distancias, tanto sin balón como con balón, vamos a estar mejor posicionados y todo va a funcionar mucho mejor”, subrayaba en EE UU. Y en efecto, la primera gran transformación del Madrid es geográfica: defiende casi 10 metros más adelante. Produjo su ejemplo más refinado en el comienzo de partido contra el Olympique de Marsella.

Desde que Opta empezó a recoger datos en la temporada 2006/07, el Madrid nunca había robado tantos balones en campo contrario en la primera parte de un partido de Champions como los 13 del martes. Fue el origen del tiroteo al que sometió a Rulli. De esas recuperaciones, ocho acabaron en disparos, según Hudlstatsbomb. “Una primera media hora fantástica. Me ha gustado mucho el ritmo que teníamos, la presión que hacíamos”, dijo Xabi.

Si se atiende a los mapas del topógrafo Xabi, el salto adelante fue formidable: el Madrid defendió 10 metros más arriba que la temporada pasada en la Champions. De media, el martes ejecutó las acciones defensivas a 53,4 metros de su portería. En la primera jornada solo lo hicieron más lejos el Olympiacos (64,9) y el Liverpool (62,6). El curso pasado el Real defendió a 43,5, dos más atrás que los 45,5 de la Liga.

Lo del Olympique de Marsella es solo un partido, es cierto, pero el desempeño en la competición doméstica apunta también en esa dirección, aunque la muestra de cuatro partidos aún es pequeña, y está condicionada porque en uno jugaron más de una hora con uno menos. De media el Madrid ha defendido a 50,6 metros de su portería, cinco más adelante que el curso pasado, un avance del 11% que le hace pasar de ser el noveno del torneo al segundo, solo por detrás del Barcelona (53,3).

El avance es producto del funcionamiento colectivo, pero como en el vuelo de una bandada de aves resulta determinante el comportamiento del ejemplar que viaja en la punta de la V, Kylian Mbappé presionó 24 veces contra el Olympique, más que nunca con el Madrid, según Hudlstatsbomb. Solo una vez en su carrera se entregó más. Fue en 2019, en Old Trafford, en la ida de los octavos de la Champions, en un Manchester United-PSG en el que marcó el 0-2 definitivo. Thomas Tuchel consiguió que presionara 30 veces aquella noche. Fue algo excepcional para un futbolista que en las últimas ocho temporadas promedió 7,3 presiones por partido.

Courtois resaltó el cambio respecto al curso pasado: “El problema es cuando no defiendes con once, todo el equipo…”, dijo después de ganar al Olympique. “Ahora el míster está muy encima de los extremos. Kylian, los centrocampistas ofensivos como Arda, por ejemplo, tienen que volver rápidamente por detrás del balón. Y eso cambia mucho”. Lo confirmó Mbappé: “Quiere que recuperemos el balón rápido. Me pide ayudar a presionar al equipo, recuperar balones como lo hemos hecho hoy”.

Carlo Ancelotti también trató de persuadir la temporada pasada al francés, que terminó el curso como el atacante de las cinco grandes ligas europeas que menos veces presionó: 8,7 veces por encuentro. Desde que regresó al banquillo en el verano de 2021, el italiano fantaseó con ir a buscar a los rivales muy arriba, como explicó al comienzo de aquel curso: “Nos gustaría tener la línea en el medio del campo, pero no siempre es posible”, dijo al principio de aquella temporada. Pero desistió muy pronto. Ya entonces explicó que la vanguardia de la bandada condiciona el conjunto: “La línea de defensa se posiciona teniendo en cuenta la presión que hay con el balón. Si metemos presión al balón, la línea se puede situarse más alta. Si no hay presión, tenemos que defender con bloque bajo”.

Después de bendecir la primera media hora contra el Olympique, Xabi busca más. “Queremos completar un partido bueno. Hemos tenido fases”, dijo este viernes. “Poder tener durante fases más largas del partido esa sensación de control, que estamos generando, que nos generan poco, que trabajamos los partidos, que tenemos estabilidad en el juego”.

El aumento de control ya apunta sus primeros resultados en lo poco que va de Liga. Los rivales le generan menos peligro. Si la temporada pasada producían 0,95 goles esperados, esta consiguen 0,78, una caída del 21%, una seguridad defensiva que no se veía desde la segunda época de Zidane.

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