

Así se entusiasmó Carvajal con el ajedrez tras su lesión: 4.500 partidas ‘online’ en diez meses
El capitán del Real Madrid, que abre la Champions contra el Marsella, se ha sumado a Unai Simón, Olmo, Zubimendi y Raya en el grupo de los que juegan en la selección
Queda algo más de una hora para el Turquía-España y Dani Carvajal y David Raya se baten al ajedrez con el móvil. Ya están en la caldera del estadio de Konya, pero encuentran tiempo para dos partidas en las que se impone el madridista. Este parón internacional de septiembre supuso el regreso de Carvajal a una convocatoria de la selección después de destrozarse la rodil...
Queda algo más de una hora para el Turquía-España y Dani Carvajal y David Raya se baten al ajedrez con el móvil. Ya están en la caldera del estadio de Konya, pero encuentran tiempo para dos partidas en las que se impone el madridista. Este parón internacional de septiembre supuso el regreso de Carvajal a una convocatoria de la selección después de destrozarse la rodilla derecha en octubre del año pasado. Ya había probado su restablecimiento físico con el Real Madrid, pero en la vuelta al grupo de Luis de la Fuente testó también su progreso en el tablero, una obsesión adquirida durante la recuperación.
Un mes después de lesionarse estaba recostado en casa con un tratamiento de frío cuando recibió la visita de un amigo que le propuso: “¿Echamos un ajedrez?”. Carvajal había jugado un poco tiempo atrás, pero aquellas partidas le engancharon. Esa noche se abrió cuenta en una popular app de ajedrez y empezó a jugar de manera insistente y continua. Mucho contra el amigo que le metió el gusanillo y que ya usaba la app, algo contra otros, y hasta contra su fisio. También —el chute competitivo constante— contra jugadores de su nivel que la app le iba asignando al azar, como un asesor tecnológico de la policía noruega al que desesperó dos veces este domingo por la noche. Miles de usuarios de todo el mundo se han medido estos meses sin saberlo contra uno de los únicos cinco futbolistas que han ganado seis Copas de Europa en la historia, el único que se encuentra en disposición de sumar una séptima en el curso que empieza este martes recibiendo con el Madrid al Olympique de Marsella en el Bernabéu (21.00, Movistar).
Desde noviembre del año pasado ha echado unas 4.500 partidas, 14 de media al día, casi todas de 10 minutos por jugador. “De repente, te llama y te pide jugar”, cuenta una fuente cercana. Lo hace en casa, en las largas horas de concentración con el Madrid y con España, y hasta en los estadios, como el día de Turquía.
A Simen Adgestein, antiguo entrenador de Magnus Carlsen, siete veces campeón de ajedrez de Noruega y exfutbolista internacional con su país, no le extraña: “Creo que es una manera fantástica de relajarse, de apagar el estrés. Es como cerrar el mundo. Supongo que hay mucho estrés y presión, incluso para ellos que tienen tanta experiencia, así que es un buen modo de relajarse”, explica. También puede comprender el enganche: “Un alumno mío, gran maestro, me llamó desde Kazajistán donde iba a jugar un torneo. Me dijo: ‘He hecho una cosa increíblemente estúpida’. Había entrado en chess.com y había jugado 18 horas, sin comer ni dormir. Así es algunas veces. Estás en otro mundo, y hasta se te olvida comer y dormir”.
El tiempo que Carvajal se ha empleado con el tablero ha ido dando frutos: cuando empezó rondaba los 550 puntos ELO en rápidas de 10 minutos, y este lunes jugó varias partidas —contra albaneses, indios, iraníes, etíopes, eslovacos...— en las que ya se movía por encima de los 950, lo que puede considerarse como un principiante que ha avanzado en serio. Para el ascenso, no se ha detenido mucho en el estudio. Apenas algún vídeo corto de jugadas deslumbrantes. “Quiere acción”. Jugar y jugar. Aunque luego suele recurrir a las herramientas de análisis de la app para destripar las partidas.
Todavía se sitúa algo por debajo de los que dominan el grupo de ajedrecistas de la selección española, Unai Simón, Dani Olmo y Martín Zubimendi, que rondan los 1.200 puntos. Carvajal, que suele jugar a las cartas durante las concentraciones, les ha visto jugar muchas veces al ajedrez, con tablero o con los móviles, sentados en la misma sala.
El 2 de septiembre, en su regreso a Las Rozas, el lateral del Madrid quiso medir su progreso contra el más fuerte y retó a Unai Simón después de la comida. El portero del Athletic le derrotó en un final ajustado tras 49 movimientos. A la mañana siguiente, ya en Sofía para el partido contra Bulgaria del 4, lo intentó tres veces más, pero no consiguió derrotarle. Por la tarde, probó con David Raya, que ronda los 900, y pudo con él. Jugaron también dos veces al día siguiente en el estadio, algo más de una hora antes del partido, con una victoria para cada uno. Las siguientes cuatro, en Turquía (dos en el estadio), se las llevó Carvajal.
A Adgestein le resulta natural el interés de los futbolistas por el tablero: “Cuando yo jugaba era patada y a correr, pero por lo que me ha contado un jugador profesional el fútbol de ahora es mucho más como una partida de ajedrez, sobre todo en España”. A él, que compatibilizó carreras de alto nivel en ambos deportes, uno le apuntalaba el otro: “Yo estaba en una forma física buenísima, lo que me ayudaba cuando las partidas duraban cinco o seis horas. Y también al revés. A veces tenía que irme dos semanas a jugar torneos de ajedrez y cuando volvía jugaba mis mejores partidos de fútbol. Era una especie de recuperación. Como que descansaba y me relajaba. Disputar un torneo de ajedrez era una especie de parada mental. Salir del mundo un par de semanas, estar a mi bola”.
A Carvajal, el ajedrez le ha ayudado a sobrellevar los meses de inactividad por la lesión, según cuenta su círculo. No se esperaban que fuera a tomárselo con tanta serenidad, como contó él mismo durante el Mundial de Clubes en EE UU: “Conociéndome, me han dicho: ‘La verdad es que lo has llevado muy bien. Pensaba que ibas a estar subiéndote por las paredes todos los días’. Pero qué va. Con alegría cada fase que me tocaba superar”. Le han visto “muy maduro” durante todo el proceso.
También Xabi Alonso, que ganó con él como jugador su primera Champions en 2014 y ahora es su entrenador: “Su personalidad, su madurez, su peso, lo que supone ser un capitán con la experiencia que tiene con el Madrid y con la selección, el respeto que le tienen los compañeros, la responsabilidad con el grupo... Eso ha ido evolucionando”, dijo este lunes. Aunque hay algo que se mantiene, y que aflora también en el ajedrez: “Hay una parte que no ha cambiado mucho, que es el gen competitivo que tiene”.