El Madrid tumba al Arsenal y se va con un buen botín a Londres

A la tercera, el Madrid al fin selló un triunfo en los cuartos de final de la Champions. Tras las dos derrotas de 2022 frente al Barça, el Real tumbó esta tarde al Arsenal en el Alfredo di Stéfano gracias a un gol a la contra de Linda Caicedo, quizá ya la mayor arma ofensiva del equipo a sus 20 años, y otro de Athenea. La colombiana, una futbolista con un desborde fantástico y una potencia descomunal, aprovechó un pase de Bruun a la espalda de la defensa en el que Williamson erró en el despeje. La joven cafetera controló, se escapó en velocidad de Fox y definió perfecto ante Zinsberger. En el tramo final, la cántabra finalizó otro contragolpe con un tiro desde la frontal para dar al conjunto blanco una buena ventaja que tendrá que defender el próximo miércoles en su visita al Emirates.

Solo un instante antes del tanto de Caicedo, Misa había anulado un mano a mano ante Blackstenius. La delantera sueca recibió un balón filtrado de Russo, pero la portera canaria salvó una jugada clave de un choque en el que los dos equipos midieron muchísimo. La sensación de que ninguno de los dos quería arriesgar de más en una eliminatoria que dura al menos 180 minutos estuvo presente desde el principio.

Con la reciente recuperación de Leupolz, que en enero se rompió el ligamento lateral interno de la rodilla derecha, Toril volvió a optar por colocar a tres centrocampistas para reforzar la línea de cuatro de la medular. El Real se plantó con un 4-4-2, con Angeldahl caída a la derecha, como le gusta al entrenador cordobés en los partidos ante los rivales de más peso. El técnico ya había avisado en la previa de que la progresión del Madrid, frente a un equipo con más experiencia en la Liga de Campeones y con mucha velocidad en el ataque, pasaba por tener más posesión, minimizar errores y no dejarles espacio para correr al contragolpe.

Excepto el uno contra uno de Blackstenius, el Arsenal casi no tuvo opciones para castigar la espalda de la defensa blanca, siempre con las líneas muy juntas. El Real cuidó mucho la construcción del juego con sus tres centrocampistas, pero sobre todo encontró en Bruun la jugadora sobre la que descargar cuando el Arsenal trató de asfixiar la salida de balón. La delantera danesa estuvo formidable ejerciendo casi como boya: recibió de espaldas una y otra vez y se fajó para guardar el balón y dar continuidad a las jugadas pese al estado del césped, muy castigado por la lluvia de estas últimas semanas en Madrid.

Con el Arsenal por debajo, Renée Slegers agitó el banquillo en el descanso con Foord y Kelly mientras Toril se vio obligado a retirar a Leupolz a la hora de partido por un problema en la misma rodilla en la que se rompió el ligamento en enero. A falta de pruebas médicas, la imagen fue muy preocupante para el Real, que tampoco cuenta para lo que resta de temporada con la internacional española Teresa Abelleira después de que se partiera el ligamento cruzado de la rodilla izquierda a finales de febrero. El técnico cordobés metió por la pivote alemana a la canterana Irune Dorado, que el próximo sábado cumple 17 años. La jovencísima mediocentro volvió a dejar buenos detalles, como ya hiciera el fin de semana ante el Dépor y a principios de marzo frente al Barça.

Después de que Zinsberger desviara un tiro desde la frontal de Weir, el equipo inglés se volcó en el tramo final sobre el área del Madrid, que achicó un balón tras otro hasta que cazó una contra en la que Athenea castigó a las inglesas y cerró un botín con el que las blancas se van a Londres en busca de las primeras semifinales de Champions de su breve historia.