La Real sentencia al Espanyol con un gol de Brais Méndez

La Real Sociedad le pone en un lío gordo al Espanyol, aunque tal vez sea más adecuado decir que fue el equipo perico el que se metió en el fregado después de un partido con pocas ideas, fútbol escaso y chispa, la justa. Los donostiarras marcaron en el primer minuto, sufrieron un accidente al comienzo de la segunda parte que se tradujo en penalti y el empate visitante, y después, ya con todas sus joyas en el escaparate para evitar un gatillazo, anotaron el segundo casi al final, dejando al Espanyol sin capacidad de reacción.

Marcó Becker a los 42 segundos, después de un resbalón de Cabrera, y casi se acabó ahí la primera parte. Sonaron los dos cohetes que festejan los goles realistas y se hizo el silencio durante 45 minutos, porque la Real, con un equipo muy cambiado después del esfuerzo copero del jueves, se limitó a controlar el juego ante la inacción espanyolista, un equipo muy apurado en la clasificación, pero que jugaba con una pachorra impropia de su situación. Eran los de casa quienes proponían, sin arrollar, eso sí, pero impedían que el Espanyol se acercara al perímetro de seguridad establecido alrededor de Remiro.

Joan García, en cambio, sí que tenía más trabajo que su colega. Pasado el cuarto de hora metió el pie providencialmente, al disparo desde cerca de Susic, que se había colado en el área entre tres defensas que le abrieron un pasillo como si fuera a hacer el saque de honor. Solo faltaron los aplausos de los rivales. A la Real le faltaba pericia para hacer más sangre, pero parecía jugar cuesta abajo, mientras su rival subía una montaña cada vez que tenía la pelota, así que en cada pérdida, cada mal pase o cada imprecisión, la pelota rodaba por la ladera y había que volver a empezar.

Salió algo más entonado el equipo perico en la segunda parte, o al menos con más ganas de disputarle la posesión a la Real, y en un balón largo que luchó Puado entre dos defensas mal coordinados, su carrera hacia el área acabó con una imprudencia de Aguerd, que le derribó en la zona prohibida. El penalti lo transformó el capitán del Espanyol, que sin demasiado bagaje, conseguía equilibrar.

Durante algunos minutos pareció, incluso, que las cosas estaban cambiando, y que era el equipo visitante el que proponía, pero Imanol Alguacil fue destapando tarros hasta que la Real comenzó a oler a equipo titularísimo. Aparecieron en el campo Oyarzabal, Barrenetxea, Kubo y Brais, todos ellos peligro inminente, y fue el gallego quien dio la puntilla al Espanyol, picando la pelota sobre la salida de Joan García, después de un centro desde la banda de Aguerd, que tocó Olasagasti antes de que le llegara a Brais.

La Real se engancha a la pelea por Europa y el Espanyol no acaba de salir de la situación de peligro.