Kubo lanza a la Real ante un Rayo sin pegada

La Real Sociedad demostró que le va la Copa. Es un equipo que está mostrando una gran regularidad en este torneo. También en la Liga. En un duelo de alternativas y bastante movido, el conjunto vasco se plantó en los cuartos de final de la Copa. Para estar entre los ocho mejores de la competición hay que tener a jugadores buenos. Es el caso de Kubo, que fue el futbolista definitivo del choque. Kubo dio el primer gol de los vascos a Oyarzabal, inició la jugada del segundo con un buen pase a Oyarzabal y fue el absoluto dominador del choque. Sus regates y sus pases, en el momento justo, fueron indetectables para los jugadores del Rayo.

El conjunto madrileño llegó al partido en el mejor momento de la temporada, pero no puso demasiada fe en estar en los cuartos de la Copa. El primero, quizás, su entrenador, quien presentó un once con muchas ausencias con respecto al que en la Liga está cerca de los puestos europeos. No obstante, el Rayo salió bien al partido. Es un equipo intenso, vertical, que corre mucho, pero que tiene dificultades en defensa. De hecho, Cárdenas le hizo un paradón a Aramburu a los 22 minutos que presagiaba el gol del equipo local. Llegó, como no, en un jugadón de Kubo, que dejó el tanto en bandeja a Oyarzabal. El delantero internacional, siempre bien colocado. No tuvo más que empujar el balón. La Real insistió en su dominio y tuvo premio en un disparo lejano de Olasagasti que entró con fuerza en la meta de Cárdenas. Al Rayo lo metió en el choque un ingenuo penalti de Aguerd a Álvaro. Marcó Trejo, con cierto suspense, y el partido se igualó. El VAR salvó al Rayo en una jugada de Oyarzabal que acabó en gol de Barrene. La puntilla llegó en el minuto 77, con la segunda amarilla a Espino.

Sergio Gómez marcó al lanzar la falta de la acción de la expulsión. Cárdenas se tragó su lejano lanzamiento y la Real voló hacia los cuartos de la Copa. Y eso tiene mucho mérito. El Rayo buscará los puestos europeos en la Liga, donde está ofreciendo una gran versión.