El Barça se ahoga ante el Manchester City

El vigente y triple campeón contra el equipo que lleva dos años ausente en la Champions y sin añadir ningún trofeo a su vitrina. El desenlace del encuentro parecía haberse escrito con tan solo leer la sinopsis. Pero con la historia en marcha, como un giro de guion, el ­Barcelona se ahogó en la intensa presión del Manchester ­City, aunque también fue víctima de sus propias imprecisiones y ­espesa circulación del balón en el primer partido de la fase de grupos de la máxima ­competición europea. Un toque de atención, un primer reto tras golear en la Liga española que terminó mal para las culés.

Para evitarlo, Pere Romeu, ante el rival más exigente del grupo, sacó su once de gala con el nuevo fichaje, Ewa Pajor, como nueve goleadora, dejando en el centro del campo a Aitana Bonmatí y Patri Guijarro como interiores, Keira como pivote, y Alexia Putellas como cuarta centrocampista y falsa extremo izquierda, más de etiqueta que de función. Pero la apuesta no terminó de funcionar.

Al Barcelona siempre le costaron los encuentros fuera de casa, y más aún en proceso de ajustarse. En Mánchester no fue diferente, y menos frente a un equipo similar a él: dos conjuntos cómodos con la pelota y desorientados sin ella. La buena salida de balón de Laia Aleixandri —ex de la cantera azulgrana y heroína citizen tras evitar un gol de Pajor— y la incesante presión del City pusieron contra las cuerdas a un Barcelona poco fluido —sobre todo en el centro del campo— e incapaz de enlazar jugadas.

Pérdidas inexplicables entre las mejores jugadoras del culés, y errores atrás que beneficiaron a sus contrincantes. Bunny Shaw —diferencial punta por su fuerza y definición— comandó el ataque de las inglesas acompañada de dos extremos incisivas, Mary Fowler y Lauren Hemp, contra una defensa culé que se camufló de portera apoyando a Cata Coll para parar los constantes disparos rivales. Pero Cata, salvadora en diversas ocasiones del caos de su equipo, no puedo evitar el gol de Naomi Layzell a la salida de un córner.

Aun así, el Barcelona tuvo sus oportunidades con Caroline Graham Hansen y Alexia reencontrándose en las contras. En la segunda parte, revivieron. Pareció el campo más grande, con balones más largos y generando algo de peligro. Pero Shaw atacó la espalda de las azulgranas y marcó el segundo tanto, que sentenció el partido. Atrás queda la final ganada en Bilbao, y aún está lejos la próxima de Lisboa.