La esperada zozobra del Valencia
El equipo de Rubén Baraja es el colista de la Liga después de sumar un punto de 15 posibles. Seis equipos de Segunda han invertido más que el club de Peter Lim y solo dos de Primera han gastado menos
Mestalla es un misterio. Cada vez que abre sus puertas, entran decenas de miles de aficionados para llenar sus gradas. Casi 47.000 espectadores ante el Barcelona. Unos 44.000 frente al Villarreal. Como si el fútbol que les esperara fuera una fiesta y no un equipo venido a menos, famélico, desde que su propietario, Peter Lim, decidiera que iba a vender a cualquier jugador que adquiriera cierto valor en el mercado sin corresponder con una mínima inversión para equilibrar la plantilla. Las consecuencias deportivas no han tardado en llegar: el conjunto de Rubén Baraja es el colista de la Liga con solo un punto de 15 posibles. Superada ya la quinta jornada, el Valencia ha igualado su peor inicio liguero con ese mísero punto, como ya le ocurrió en la temporada 99-00, cuando logró un empate después de perder los cuatro primeros partidos.
Aquel pésimo arranque de 1999 no fue presagio de nada. El Valencia terminó la temporada en tercera posición y alcanzó, incluso, la final de la Champions. Ahora todo es distinto. El pesimismo reina en una ciudad que barrunta un curso muy áspero. Los malos resultados no son algo coyuntural: su mala racha en este inicio decepcionante engarza con el final de la temporada pasada. En los últimos 12 partidos, juntando la Liga anterior con esta, el Valencia no ha ganado ninguno: nueve derrotas y tres empates. Tres puntos de 36. Calamitoso. Hace dos temporadas ya flirteó con el descenso. Nada nuevo.
Hasta ahora, Rubén Baraja, una leyenda blanquinegra con mucha ascendencia, había logrado evitar que el equipo se desmoronara. El técnico vallisoletano se sacaba de la chistera a un canterano tras otro, pero el exigente inicio de la Liga, con enfrentamientos ante rivales tan potentes como el Barcelona, el Athletic, el Villarreal y el Atlético de Madrid -el sábado recibe la visita del Girona-, lo ha hundido hasta el fondo de la clasificación. El calendario se suavizará después y llegará el momento de saber si el Valencia de Baraja tiene capacidad de reacción. El técnico lo dejó muy claro tras ser goleado en el Metropolitano (3-0). “Esta no es nuestra Liga, hay que asumirlo”, dijo después del partido. También abrió una rendija que permitió ver lo que le angustia: “Nos va a costar darle la vuelta a esta situación. No nos podemos rendir ni dejar ir”.
Baraja sabe que no es solo una cuestión del calendario. Su equipo lleva sin ganar un partido desde el 14 de abril. Peter Lim ha desarmado a su propia plantilla durante las últimas temporadas con la venta de jugadores como Ferran Torres, Carlos Soler, Gonçalo Guedes y Kang-In Lee, al que regaló al Mallorca después de descubrir, tras el fichaje del brasileño Marcos Andre, que le sobraba un extracomunitario. El coreano es hoy una estrella en el Paris Saint Germain. El último, Giorgi Mamardashvili, el salvador bajo los palos del actual Valencia, se irá al Liverpool el 30 de junio de 2025.
Con todo lo que ha ingresado, más de 200 millones de euros desde 2020, Lim apenas ha devuelto 30 de esos millones en fichajes.Y cada vez gasta menos. El último verano, 1,35 millones. Una miseria. Hasta seis equipos de Segunda invirtieron más que el Valencia: Almería, Racing, Elche, Oviedo, Zaragoza y Deportivo. Y solo dos de Primera gastaron menos aún que los de Mestalla: el Espanyol (400.000 euros) y el Rayo (sin gasto).
Una tortura para Baraja. El entrenador, encima, intenta soltar el farolillo rojo con bajas tan importantes como las de José Luis Gayá, Hugo Duro -autor de dos de los tres únicos goles marcados por el Valencia en cinco jornadas-, Mouctar Diakhaby y Rafa Mir, apartado dos partidos por indisciplina y acaso de un delito de agresión sexual. Pero igual que no es solo el calendario, tampoco son solo las bajas. El Valencia, un club con seis títulos de Liga, ocho Copas del Rey, dos finales de la Champions, una Recopa o una Copa de la UEFA, lleva cinco años ya sin pisar Europa. Un grande que se ha hecho chico.
El Valencia se ha reforzado este verano con un fichaje (Luis Rioja, procedente del Alavés), dos jugadores libres y cinco cedidos (incluido Rafa Mir). Mientras, el club ha pedido un préstamo de 120 millones de euros al banco estadounidense Goldman Sachs para refinanciar su deuda y afrontar sus obligaciones a corto y medio plazo, incluida la reanudación de un estadio que lleva 15 años parado y que ha impedido a Valencia ser sede de la Copa del Mundo de 2030.
Aún así, el sábado, más de 40.000 valencianistas irán a Mestalla con la ilusión de vencer al Girona y dar el primer gran paso hacia la salvación. Después viene un valle en el calendario y, quién sabe, un futuro más esperanzador para una afición y una plantilla atormentadas.
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