Qatar no apaga a Joselu: “Ha realizado el mejor partido desde que está con nosotros”

Seguía lloviendo fuera, sobre el maltrecho césped del estadio de Ginebra, como casi todo el domingo, como todo el partido, y en uno de sus pasillos, ya a resguardo, Joselu saboreaba el regusto de un partido de brega. Una noche como otras muchas que había tenido de delantero boya. En Alemania, en equipos que descienden. “O en Stoke, ¿no?”, dijo divertido. Stoke no es solo uno de los 11 clubes por los que ha pasado en su larga carrera de buscavidas. También se convirtió hace años, medio en serio, medio en broma, en una especie de test de estrés competitivo, cuando dos comentaristas ingleses disc...

Seguía lloviendo fuera, sobre el maltrecho césped del estadio de Ginebra, como casi todo el domingo, como todo el partido, y en uno de sus pasillos, ya a resguardo, Joselu saboreaba el regusto de un partido de brega. Una noche como otras muchas que había tenido de delantero boya. En Alemania, en equipos que descienden. “O en Stoke, ¿no?”, dijo divertido. Stoke no es solo uno de los 11 clubes por los que ha pasado en su larga carrera de buscavidas. También se convirtió hace años, medio en serio, medio en broma, en una especie de test de estrés competitivo, cuando dos comentaristas ingleses discutían los méritos de Cristiano y Messi para ganar el Balón de Oro: “Vale, pero ¿pueden hacer eso en una noche fría y lluviosa en Stoke?”.

Su estadio, el Britannia, 60 kilómetros al sur de Mánchester, ha quedado como el lugar canónico en el que diluvian agua y centros al área que se disputan con rudeza. Joselu, que en mitad de la Eurocopa dejó la opción de renovar con el Real Madrid para irse a jugar en el Al-Gharafa catarí, mostró que todavía puede hacer lo que hacía en una noche quizá no tan fría pero sí lluviosa en Ginebra, un poco Stoke. “Alguno me retiraba hace una semana”, bromeó. Estaba extenuado y feliz después de la victoria (1-4).

Reinó en el aire bajo el aguacero. Ganó ocho duelos aéreos, solo uno menos que toda Suiza. Además, abrió el partido marcando de cabeza, claro, y lo cerró asistiendo a Ferran Torres en uno de esos lances en los que, plantado solo arriba, aguantó el balón y dio aire al equipo. Joselu hoy ha realizado el mejor partido desde que está con nosotros”, resumió Luis de la Fuente. “Yo me alegro muchísimo por todos los jugadores, pero hoy me alegro especialmente por Joselu, al que tengo un aprecio fantástico, porque siempre es un ejemplo, cuando ha jugado y cuando no ha jugado”.

El afecto es mutuo. Cuando anotó el 0-1, solo tres minutos después de volver a jugar con España tras su mudanza a Qatar, Joselu se fue al banquillo a abrazar al seleccionador: “Es sinónimo de agradecimiento”, explicó. “Fue el que apostó en su día por mí, en marzo hará dos años. Ha confiado en mí”. El delantero estaba entonces a punto de cumplir 33 años, nunca había jugado en la selección y militaba en el Espanyol, que terminó la temporada descendiendo.

Con De la Fuente, es el segundo futbolista que ha participado en más goles: nueve, seis tantos y tres asistencias, solo por detrás de los 11 (tres y ocho) de Lamine Yamal. El rendimiento de Joselu resulta llamativo. Lo ha conseguido en 567 minutos, es decir, una contribución cada 63. Lamine ha jugado 1.022 minutos con la selección, casi el doble. Aunque en ocasiones, como en la Eurocopa, le ha frustrado su escasa participación, en Ginebra estaba pleno: “El problema es que en la selección española somos todos muy buenos, y es complicado. El trabajo del míster dosificando a todo el mundo es extraordinario. Estoy contento de estar aquí, de aportar. Es un orgullo representar a tu país”.

Cuando decidió aceptar la oferta de Qatar, una liga aún emergente, albergaba algunas dudas sobre si eso le apartaría de su recorrido con la selección. Allí se encuentra cómodo con su familia, instalado en un complejo muy cerca de donde vive Marc Muniesa, uno de sus grandes amigos, que juega en el Al-Shahania, y con el que coincidió precisamente en el Stoke City en la temporada 2015/16. Es otro mundo. También futbolístico, con apenas 2.000 o 3.000 espectadores en los estadios. Aunque confía en que no le aleje del sueño de la selección: “Esas ligas están creciendo mucho. El ritmo no está bajando. Estoy jugando todos los minutos allí. He venido muy fresco. Me encuentro en un momento de mi carrera muy bueno, con muchas ganas de seguir aportando a la selección. El partido de hoy [contra Suiza] demuestra el nivel de la gente que estamos allí. Podemos aportar al máximo”.

De la Fuente está de acuerdo: “Cuando un futbolista trabaja bien y se entrena, independientemente de la liga en la que se encuentre, siempre es un jugador competitivo e interesante. Nosotros les conocemos muy bien, vemos muchos partidos y sabemos que normalmente este tipo de futbolistas no falla nunca”. Ni en Stoke. Ni en Ginebra.

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