El Getafe arranca un trabajado punto frente al Athletic

En un partido espeso, con los futbolistas todavía por alcanzar su plenitud, el Getafe, a pesar de su escaso fondo de armario, arrancó un empate de San Mamés ante un Athletic demasiado plano, sin filo, que solo tuvo un cuarto de hora de fútbol en la primera parte y un arranque de orgullo al final, justo en los minutos en los que apareció Nico Williams.

Lejos de los calores de hace una semana, con una tarde estupenda en San Mamés, el Athletic salió de pícnic para comenzar la Liga, y se estaba comiendo la merienda mientras el Getafe trabajaba más, tocaba más e inquietaba más la portería del novel Padilla, a quien sus defensas evitaban el mal trago de jugar la pelota en corto y le ordenaban sacar siempre en largo. Así que cada balón que volaba al campo visitante era un caramelo para los jugadores de Bordalás, solventes con el juego de cara, y que además se aproximaron bastante al área rojiblanca, mientras los de casa no conseguían hilvanar ni una acción que pudiera considerarse, ni de lejos, prometedora para su ataque.

Así que después de muchos minutos en los que era el Getafe el que ordenaba y mandaba, que marcara el Athletic empezaba a convertirse en una entelequia, pero como el fútbol es imprevisible, la primera vez que los hombres de Valverde fabricaron una acción decente cerca del área rival, consiguieron sorprender a Soria. Fue en un balón largo que recogió Guruzeta, que detectó la presencia cercana de Sancet. El navarro avanzó un par de metros y desde la frontal colocó su disparo con rosca ajustado al palo.

Se ponía el Athletic delante en el marcador casi por sorpresa, y después del gol inaugural de la Liga, jugaron los de Valverde sus mejores minutos. El Getafe, tocado por el resultado, no acertaba a reaccionar, dejó de manejar la pelota y se la cedió a los bilbaínos. Hasta el descanso no cambió el panorama, pero después del cuarto de hora de reflexión, los madrileños recuperaron la confianza perdida tras el gol del Athletic.

Salieron decididos desde el saque de centro, y ya en la primera jugada, Peter Federico, uno de los escasos fichajes del Getafe, estrelló su remate en el palo, cuando no tenía nadie a su alrededor. Poco después, Carles Aleñá puso a prueba a Padilla en un mano a mano. El guardameta debutante, de raíces mexicanas, se lució metiendo el pie para desbaratar la clarísima ocasión del Getafe, que no perdonó diez minutos más tarde en un cabezazo de Uche en un saque de esquina, colocando la pelota junto al palo.

Sin premio

A Ernesto Valverde no le quedó más remedio que echar mano de Nico Williams, el hombre de la pretemporada, que apenas lleva unos días de entrenamiento junto a sus compañeros. Después de tanto ruido a su alrededor, y tras ser recibido de manera apoteósica por San Mamés, el pequeño de la saga salió en modo estrella. Con el primer balón que tocó ya montó la marimorena. Recogió en la banda, recorrió la frontal y disparó con rosca para que Soria realizara su mejor parada. Luego sacó una falta que el portero del Getafe envió a córner, y en unos minutos volvió locos a los defensas desplegando su panoplia de recursos.

Su esfuerzo no encontró el gol. Pese a que el Athletic apretó hasta el final, pero demostró por qué es uno de los futbolistas más cotizados del campeonato. Acabado el partido, Nico cantó el Txoria txori con sus compañeros, regaló su camiseta a un aficionado del fondo, pero se retiró con el resquemor del empate. En el Getafe, sin embargo, lo celebraron. Lo habían merecido.

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