El FC Barcelona femenino: Una hegemonía crónica en España y a prueba en Europa
El conjunto azulgrana no encuentra rivales en las competiciones domésticas
En 1988, en la sexta edición de la Copa de la Reina, cuando el fútbol femenino no era visto y aún menos apreciado, el Oiartzun se proclamó campeón en la final contra el Porvernir. El resultado, 8-0. En el cuadro de la competición, ningún nombre de ningún club resuena ahora. Aquella fue la mayor goleada en la Copa durante 36 años, y este sábado ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
En 1988, en la sexta edición de la Copa de la Reina, cuando el fútbol femenino no era visto y aún menos apreciado, el Oiartzun se proclamó campeón en la final contra el Porvernir. El resultado, 8-0. En el cuadro de la competición, ningún nombre de ningún club resuena ahora. Aquella fue la mayor goleada en la Copa durante 36 años, y este sábado el Barcelona, en otra demostración de su dominio apabullante —y preocupante— la igualó en tan solo 58 minutos. Contra la Real Sociedad y en la final. El mismo equipo y el mismo rival que hace solo cuatro años dejaron otra cifra de récord: la mayor goleada en una final, en este caso era la Supercopa: 10-1, a favor de las azulgrana, claro.
Los ocho goles fueron, de nuevo, tantos que incluso Mariona Caldentey, una de las goleadoras, tuvo un lapsus en sus declaraciones tras el partido: “Un cinco a cero en una final es mérito nuestro, hemos hecho muchas cosas bien y llevamos mucho tiempo trabajando”.
No hay rival para el Barcelona en España. No importa la competición: Liga, Supercopa o Copa. No importa si es una final, o aún quedan jornadas por disputar. En la península, las jugadoras azulgrana han impuesto una hegemonía imposible de batir. Hace apenas unas semanas lograron su quinta Liga consecutiva y novena en su historia, y este sábado levantaron su décima Copa, la que el año pasado se escapó por una alineación indebida. Solo necesitaron 33 minutos para cerrar la final con cinco goles en una demostración de superioridad a nivel colectivo e individual. El resto del partido sirvió para aplastar a la Real; y para permitirse rotaciones de cara a la final de la Champions de la semana que viene en San Mamés.
El Barcelona ha anotado esta temporada 167 goles en las tres competiciones estatales —129 en Liga, 27 en copa y 11 en Supercopa—, con 10 goles encajados en total, 34 partidos ganados y un solo empate, ante el Levante. Ninguna derrota. Fuera, por Europa, todo se complica un poco más; la realidad es otra: han salido victoriosas en ocho encuentros, con uno perdido contra el Chelsea y otro empatado contra el Benfica. Los goles se reducen a 34 (les han marcado 8) y las dificultades aumentan. La semana que viene se enfrentarán a su bestia negra, el rey en el continente europeo y al que nunca han vencido: el Olympique de Lyon, con ocho Champions en sus bolsillos frente a las dos del Barcelona, y que este viernes se llevó otra vez la Liga francesa, la decimoséptima en su palmarés.
El dominio del Barcelona en España empieza a ser crónico. En las últimas cinco temporadas tan solo ha perdido cuatro encuentros y empatado otros cuatro, frente a 160 victorias. Y los goles no han bajado de 120, con el pico de los 180 en la temporada 2020-2021. En esos cinco cursos ha alzado 13 de los 15 títulos posibles: quedó eliminado por razones extradeportivas en la Copa de la Reina del año pasado y cayó en las semifinales de la Supercopa de 2021 contra el Atlético. En Europa, en estos últimos cinco años suman tres empates y seis derrotas.
La falta de nivel de las competiciones estatales preocupa a algunas jugadoras. “En España ojalá fuese todo más competitivo. Excepto cinco rivales, el resto es complicado que lo sean. Estamos luchando por ello”, confesó Patri Guijarro en la previa del partido contra la Real. Un discurso que se ha instalado en el vestuario del Barcelona estos últimos meses, sobre todo en las declaraciones de Aitana Bonmatí, la actual Balón de Oro.
Uno de los principales problemas derivados es la fuga de talento. Este mismo sábado, la selección española sub-17 ganaba por goleada su quinto título europeo, 4-0 a Inglaterra. Pero muchas jugadoras estos últimos meses se han exiliado a equipos estadounidenses o ingleses. Ana Tejada, Mayra Ramírez, Oshoala y Kundananji son algunos de las que han dado el salto fuera de la península. También los entrenadores. Jonatan Giráldez abandonará el banquillo azulgrana a final de temporada para marcharse a Estados Unidos —al Washington Spirit—, acompañado de Adrián González, que dejó el banquillo del Espanyol femenino.
La semana que viene, contra el Lyon, el Barcelona aterrizará en la realidad, y abandonarán los espejismos de España. “Estamos a tres de cuatro [títulos]. Nos queda uno”, recordó Mariona. La ambición no se ha perdido, y el foco ya está puesto.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.