Ni Barcelona ni Atlético, João Félix no tiene quien lo quiera
El portugués ha perdido protagonismo y el club azulgrana no pretende renovar su cesión
Para entender la etapa de João Félix en el Barcelona, es imposible separar su nombre del de su representante, Jorge Mendes. Aunque el presidente Joan Laporta y el agente portugués ya no comparten tantos intereses comunes como en el pasado, siguen vinculados en la industria del fútbol. De hecho, tras el agitado cierre del mercado, cuando Mendes se llevó a Ansu Fati para el Brighton y facilitó la llegada de João Félix y João Cancelo al Barça, en el ...
Para entender la etapa de João Félix en el Barcelona, es imposible separar su nombre del de su representante, Jorge Mendes. Aunque el presidente Joan Laporta y el agente portugués ya no comparten tantos intereses comunes como en el pasado, siguen vinculados en la industria del fútbol. De hecho, tras el agitado cierre del mercado, cuando Mendes se llevó a Ansu Fati para el Brighton y facilitó la llegada de João Félix y João Cancelo al Barça, en el cuerpo técnico azulgrana celebraban: “Suerte que nos ayuda Mendes”. La alegría de Xavi y compañía, en cualquier caso, apuntaba más al fichaje de Cancelo que al de Félix. El delantero no era prioridad para el entrenador catalán como sí lo era la del lateral.
Ocurrió, en cualquier caso, que de entrada el talento de João Félix sorprendió al staff azulgrana en los entrenamientos. “Es un espectáculo, tiene mucha calidad. Los controles, los regates…”, destacaban en el cuerpo técnico. Y el portugués parecía haber encontrado la luz junto a Xavi después de años de sombra bajo el mando de Simeone. “No quiero decir que el Atlético juegue mal, pero me adapto mejor al juego del Barcelona”, explicaba el portugués. En sus primeros 15 partidos en la Liga, Félix saltó de titular en 13 (87%), incluido el duelo en la primera vuelta ante el Atlético en el que selló la victoria azulgrana (1-0). Pero, poco a poco, tanto en el cuerpo técnico como en los despachos se comenzaron a cansar de la displicencia del atacante portugués. Algo similar a lo que ya le había pasado con Simeone. Sus números, por ejemplo, tampoco cambian demasiado: en el Atlético tenía una media de 0,26 goles por partido; en el Barça, de 0,24.
“El equipo tiene un problema de desequilibrio. No puedes tener a dos jugadores que no presionan”, se quejaban en el área deportiva, respecto de la actitud en el campo de João Félix y Lewandowski. Xavi explotó en el partido frente al Almería. “Nos jugamos muchísimo y creí conveniente alzar un poco la voz”, relevó el técnico su discurso en el entretiempo. En aquel partido, el portugués fue uno de los señalados: no regresó al campo tras el descanso. Desde entonces, su participación en el once inicial ha descendido hasta el 50% y nunca más ha completado un duelo.
Mientras en la dirección deportiva trabajan en la renovación de la cesión de Cancelo, “es uno de los mejores laterales del mundo”, aseguran fuentes de la secretaria técnica; descartan la continuidad de João Félix. “Salvo en alguna excepción, João no ha dado la talla en ningún partido importante”, explican en el cuerpo técnico. La excepción fue precisamente el partido ante el Atlético. Tenía cuentas pendientes, todavía no resueltas. “Soy muy respetuoso para los futbolistas de otros equipos, no opino de ninguno y este no será excepción”, sentenció Simeone, sobre el regreso de Félix al Metropolitano (21:00 horas, DAZN).
“Lo veo tranquilo, motivado, incluso extramotivado. Vuelve a la que fue su casa. Ya hizo un partidazo en la primera vuelta y ojalá pueda repetir”, contó Xavi. Y Félix no se escondió: “Va a ser un ambiente muy complicado para todos y más para mí. Me gustan estos partidos importantes y picantes”. Con Ansu Fati con ganas de regresar a Barcelona después de su etapa en el Brighton (cuatro goles en 26 partidos), Jorge Mendes tendrá que volver a buscar acomodo para João Félix. Sabe que tendrá que ser lejos del Atlético. “Por ahora estoy enfocado aquí y no pienso más allá, porque todo depende de cómo vaya hasta el final”, concluyó João Félix. Talento tiene el portugués, lo que no tiene es quien lo quiera.
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