Montse Tomé quiere el balón, la clave para ganarle a Países Bajos y estar en la final de la Nations League
La seleccionadora española confía en gobernar la pelota y significarse en las áreas para someter al rival en la semifinal: “Si las desgastamos con la posesión, competiremos bien”
Han sido días intensos para la selección femenina, con dobles sesiones de entrenamientos, gimnasio, charlas tácticas, actos institucionales, conferencias… Y la entrenadora Montse Tomé evidenció la erosión y la intensidad de estas jornadas con la voz, afónica a más no poder. “Mañana tenemos que disfrutar y competir muy bien”, reflexionó de primeras en la sala de prensa de La Cartuja (21.00, TVE1). La empresa es grande; unas ...
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Han sido días intensos para la selección femenina, con dobles sesiones de entrenamientos, gimnasio, charlas tácticas, actos institucionales, conferencias… Y la entrenadora Montse Tomé evidenció la erosión y la intensidad de estas jornadas con la voz, afónica a más no poder. “Mañana tenemos que disfrutar y competir muy bien”, reflexionó de primeras en la sala de prensa de La Cartuja (21.00, TVE1). La empresa es grande; unas semifinales de la Liga de las Naciones, la primera ocasión en la que España se puede clasificar para los Juegos -le vale con llegar a la final o ser tercera en caso de que la anfitriona Francia pase a la final en su duelo ante Alemania- porque hasta la fecha los salvoconductos llegaban con los éxitos en el Mundial. “Independientemente de lo que hayamos hecho en el pasado, este partido tiene una importancia de 10. Antes veíamos los Juegos como algo lejano, ni siquiera viable, y ahora vamos a por ello”, explicó la capitana Irene Paredes. Enfrente, Holanda. “Es un equipo tremendamente competitivo. Estamos en la élite y es uno de los cuatro mejores equipos”, resolvió Tomé. La clave, entiende, será definirse con la pelota, característica intrínseca a este equipo.
Países Bajos y España ya se vieron las caras en los cuartos del pasado Mundial, envite resuelto en la prórroga con un gol de Salma Paralluelo. Y, al contrario de como habituaban, las neerlandesas dejaron de lado el fútbol de posesión para practicar uno mucho más directo, quizá porque entendieron que la pelota solo era para un equipo y a eso no ganarían. “Tienen variedad en el juego”, analizó Tomé; “aunque tienen jugadoras de toque, golpeaban bastante desde sus tres centrales para disputar el balón en el centro del campo y tratar de expresarse con las segundas jugadas o con la verticalidad de Lineth Beerensteyn”. Lo confirmó Paredes: “La sufrimos bastante porque es muy rápida y nos ganó bastantes veces la espalda. Pero desde entonces hemos corregido cosas. Y ese trabajo no solo es de la línea defensiva, sino de cómo se hace la presión desde la delantera. Deberemos estar muy bien entre las líneas y pendientes de cada rival porque hacen buena presión y aprovechan la rapidez de arriba, con jugadoras que pueden filtrar esos pases”. La receta, sin embargo, la ofreció Tomé: “Si llegamos a materializar nuestra arma, desgastar con la posesión, competiremos bien”. Y agregó: “El equipo ha crecido durante este tiempo. Los cuatro primeros meses fueron un poco más alocados. Pero en estos dos meses hemos podido hacer un análisis de lo hecho en el Mundial y en la Liga de las Naciones y vemos que es un equipo que ha evolucionado, al menos en las ideas que quiere tener con el balón, en el posicionamiento y en ser eficientes tras la pérdida. Además, hemos incorporado jóvenes que se comen el mundo y que mezclan muy bien con las jugadoras que tienen experiencia”.
Sucede que los dos equipos, dicen, han dado pasos hacia delante desde entonces, también algún matiz a su fútbol. “España ha cambiado de entrenadora pero no en su manera de jugar. Es un equipo buenísimo, el campeón del mundo, y el reto es máximo porque se trata de ganar a las campeonas del mundo en su casa. Son muy buenas técnicamente y también en el juego de posición y posesión”, deslizó Andries Jonker, el seleccionador de Países Bajos. Esme Brugt, jugadora del Barça y de Holanda, se sumó: “Lo más importante es su juego posicional, algo que disfruto con el Barça y que muchas selecciones disfrutan de España”.
Vivencias que ahora no anudan los estómagos de las jugadoras como podía ocurrir durante el Mundial. “No tenemos presión por jugar en España, no. Ni por llegar a la final. Es una oportunidad”, señaló Paredes, que pidió a la afición que acudiera a La Cartuja. “Ya hemos visto gente cerca del hotel, mostrando cariño, y lo agradecemos mucho. Y en el campo, en los momentos difíciles, que los habrá, ojalá que la afición nos eche ese aliento para superarlos”. Pero con el balón en los pies y con solvencia en las áreas, España tendrá mucho ganado.
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