La cuenta pendiente de Laporta en el Barcelona: el técnico

Como si el tiempo no pasara, en su segunda etapa como presidente del Barcelona, Joan Laporta continúa sin encontrar su entrenador para el banquillo azulgrana. Nunca estuvo convencido de Ronald Koeman -—el técnico que heredó de Josep Maria Bartomeu—, como tampoco de Xavi Hernández. Ahora regresa a la casilla de salida. Con menos margen de paciencia, por supuesto. “Esta situación no es agradable para nadie, pero requiere el momento de máxima unión de t...

Como si el tiempo no pasara, en su segunda etapa como presidente del Barcelona, Joan Laporta continúa sin encontrar su entrenador para el banquillo azulgrana. Nunca estuvo convencido de Ronald Koeman -—el técnico que heredó de Josep Maria Bartomeu—, como tampoco de Xavi Hernández. Ahora regresa a la casilla de salida. Con menos margen de paciencia, por supuesto. “Esta situación no es agradable para nadie, pero requiere el momento de máxima unión de todos. El club está bajo control en el aspecto institucional, económico y social. En lo deportivo es verdad que esta temporada no están saliendo las cosas como las planificamos. Pero esta situación la tenemos que remontar”, comentó el máximo directivo azulgrana.

A primera hora de la mañana, Laporta se presentó en la Ciudad Deportiva junto a Enric Masip, miembro de la comisión de fútbol. Allí se encontró con Rafa Yuste, vicepresidente deportivo; Alejandro Echeverría, su hombre de confianza; Deco, director deportivo; y otros dos miembros del área deportiva como Bojan y Joan Soler. Después de hablar con la plantilla, Laporta y su núcleo duro se reunieron en la cafetería.

“Ahora hay que esperar a ver cómo reacciona el vestuario. Cualquier decisión apresurada puede afectar al club”, asegura uno de los presentes en el cónclave. El nombre de Rafa Márquez apareció sobre la mesa. Hace tiempo que Deco insiste en que su amigo, el mexicano, puede tomar las riendas del primer equipo de manera interina. “Si me llega la oportunidad no voy a decir que no”, expuso el técnico del filial, el sábado por la noche tras la derrota del Barça ante el Villarreal. Sin embargo, la cúpula azulgrana prefiere ser cauta. “Ya veremos qué pasa con Xavi. No es el momento. Todo será distinto si el equipo no reacciona”, remarcan las mismas fuentes. Cambiar a Xavi por Márquez puede perjudicar la imagen de Laporta. “Márquez no es un escudo para el presi”, asegura un miembro de la dirección deportivo. El otro nombre de Deco es Thiago Motta, hoy en el Bolonia (séptimo en la Serie A). “Lo siento mucho por Xavi. Estaba haciendo un gran trabajo”, dijo Motta. Y evitó hablar sobre su futuro: “Vivo el presente y mi presente es sólo el Bolonia”.

Roberto De Zerbi es otro de los entrenadores que se mencionaron. El italiano, sin embargo, tiene contrato hasta 2026 y la situación económica del Barcelona no permite pagar cláusulas. La opción de Jürgen Klopp es imposible —aseguró que se iba a tomar un año sabático—, mientras que Jorge Mendes ofrece a uno de sus representados: Sérgio Conceição, técnico del Oporto. La pelota está en el tejado de Deco y Laporta. El problema es que el presidente ya no cuenta con los consejos de Johan Cruyff. En su primera etapa como presidente del Barcelona, el creador del Dream Team le aconsejó tanto el fichaje de Frank Rijkaard (cinco títulos) como el de Pep Guardiola (14).

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