La justicia (rara) de Iker Casillas
El guardameta fue crítico con los premios The Best. No tardaron en recordarle que en 2012, un extraordinario año para Messi, sus tres votos fueron para sus compañeros Ramos y Cristiano, y para su amigo Xavi Hernández
De todos los goles que Leo Messi le metió a Iker Casillas a lo largo de sus respectivas carreras hay uno que resulta indemostrable, hubiese ocurrido o no, a saber: el día que el portero madrileño manifestó públicamente sus dudas sobre si el hombre había pisado realmente la luna en 1969 y las elevó a una encuesta de Twitter para conocer la opinión de sus seguid...
De todos los goles que Leo Messi le metió a Iker Casillas a lo largo de sus respectivas carreras hay uno que resulta indemostrable, hubiese ocurrido o no, a saber: el día que el portero madrileño manifestó públicamente sus dudas sobre si el hombre había pisado realmente la luna en 1969 y las elevó a una encuesta de Twitter para conocer la opinión de sus seguidores, el propio Leo Messi podría haber votado en plan sarcástico por “no, nos la colaron” , que fue una de las dos opciones aportadas por el propio Casillas en aquel momento de duda, no sé yo si razonable.
Se trata de una explicación hipotética, insisto. Y que las palabras duelan más que los golpes, incluso más que los goles, vendría a poner algo de luz sobre ese otro mensaje del excapitán de la selección española acerca de los premios The Best. O más concretamente sobre el premio The Best concedido a Messi, pues no parece la intención de Iker sembrar dudas sobre los recibidos por Pep Guardiola o Aitana Bonmatí, aunque nunca se sabe. “Creas unos premios bonitos y te los estás cargando a base de no hacer las cosas con justicia”, escribió Casillas en su cuenta de X, pero sin especificar en qué consistiría su ideal de justicia. O cuál sería su caballo ganador y en base a qué. “En fin”, se despedía lacónico con una de las locuciones más utilizadas y determinantes en la historia de las redes sociales.
No tardaron en recordarle a Casillas sus propias votaciones para el Balón de Oro en 2012. El argentino se había disparado aquel año natural hasta los 91 goles en 69 partidos, además de repartir 22 asistencias, pero en su condición de capitán español, el guardameta votó a su compañero Sergio Ramos, a su también compañero Cristiano Ronaldo y a su amigo Xavi Hernández. Habría que preguntar a Fede Valverde, Luka Modric, Harry Kane, Robert Lewandowski o Mo Salah en concepto de qué votaron esta vez por el argentino. Si lo hicieron en base a los méritos contraídos o, por el contrario, todo se trató de un burdo complot orquestado por la FIFA, la NASA, Soros, el nuevo PSOE (no el de antes), los alfajores Fantoche y un fondo de inversión rosarino participado por reptilianos. Por suerte o por desgracia, Iker Casillas sigue teniendo muchos y buenos amigos entre la prensa especializada, de ahí que su teoría sobre la justicia encontrase un alto grado de resonancia en las principales tertulias del país.
Si a Guardiola se le puede llamar fracasado sin apenas ruborizarse, qué no se podrá decir de Leo Messi tras haber conquistado la Copa del Mundo y poner el broche de oro a una carrera incomparable. Porque anoche encendía uno la radio y escuchaba hablar de Messi como si La Pulga fuese Messinho, esa supuesta joya brasileña de 16 años a quien el relato inicial de su carrera no le está haciendo ningún favor, ya no digamos justicia. Si el chico es capaz de soportar semejante losa, entonces sí: que lo fiche el Barça, o el City o el PSG, como asegura la prensa catalana es su intención. Si no, siempre le quedará la Kings League, donde el propio Casillas posee un equipo cuyos sueldos para futbolistas oscilan entre los 7.500 y los 2.500 euros al año: esa sí es manera de hacer las cosas con justicia o de vivir, directamente, en la luna.
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