El Girona saca brillo a la Liga
El equipo de Míchel descuelga al Atlético en el último minuto con un gol de Martín tras un duelo de valientes señalado por la superioridad de los ataques sobre las defensas
No juega el Girona para ser campeón de invierno, honor que ya se sabía pertenecía al Madrid antes el partido contra el Atlético, ni tampoco parece muy preocupado por el título de Liga. El equipo blanquirrojo está en la llamada dimensión Michel desde que alcanzó el momento cumbre en Montjuic el día que goleó al Barcelona. Anoche descolgó al Atlético en el último momento, justo cuando los muchachos de Simeone se la...
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No juega el Girona para ser campeón de invierno, honor que ya se sabía pertenecía al Madrid antes el partido contra el Atlético, ni tampoco parece muy preocupado por el título de Liga. El equipo blanquirrojo está en la llamada dimensión Michel desde que alcanzó el momento cumbre en Montjuic el día que goleó al Barcelona. Anoche descolgó al Atlético en el último momento, justo cuando los muchachos de Simeone se lamentaban por un empate que sabía a agridulce después de las oportunidades falladas, resumido como quedó el equipo en Morata. Nada parece imposible para el Girona ni para Michel después de abatir a un rival y a un técnico con el que no habían podido hasta ayer en Montilivi. Los blanquirrojos nunca dan un partido por imposible como quedó visto en la jugada de Iván Martín que supuso el 4-3 después de un partido generoso en goles y en juego, vibrante como ninguno en la Liga.
Juegan los blanquirrojos de forma alegre y divertida, más confiados en su juego que pendientes de los contrarios, avalados por una primera vuelta inmaculada si se exceptúa precisamente la derrota contra el Madrid. Tampoco el Atlético supo cómo ganar al Girona y sumó su quinta derrota en campo ajeno en la Liga. Aunque atacó mucho y tuvo el triunfo en la mano, siempre fue a remolque en el marcador, incapaz de firmar el remonte después de alcanzar el 3-3. Ya son 10 puntos de diferencia los que le saca el Girona, colider con el Real Madrid.
El Atlético volvió a salir al campo con las manos en los bolsillos, como si no le importara el rugir del pletórico de Montilivi, ni la alineación dispuesta por Michel, un técnico detallista y sorprendente en su apuesta por el capitán Valery, la novedad por la lesión de David López. La apuesta fue ganadora porque Valery marcó a los dos minutos, en la segunda llegada del Girona, después de una jugada tan bien preparada como definida ante el pasmo de la defensa del Atlético. No ajustaban bien los tres centrales con los dos falsos laterales —Riquelme y Lino— y los futbolistas de Michel profundizaban igual por los costados que con los pases interiores de Pablo Torre. El gol de Valery llegó justo después de que Dovbyk mandara fuera un tiro a centro de Savio.
La electricidad del brasileño, así como la presión alta y las recuperaciones de Iván Martín, desmontaban a un Atlético que por el contrario atacaba bastante bien con dos delanteros de mucho rango como son Morata y Griezmann. Los dos se juntaron para empatar el partido después de que el VAR validara la excelente acción del ariete, habilitado por una dejada con la cabeza del francés, siempre al acecho de Gazzaniga. El Atlético era sobre todo Morata mientras Couto y Savio jugueteaban con la frágil zaga dispuesta por Simeone. Los movimientos y desmarques del Girona resultaban indescifrables para el Atlético de la misma manera que al plantel de Michel le costaba juntar líneas, demasiado permeable y destensado sin balón, siempre amenazado por Morata.
Así se explica que el encuentro no quedara resuelto después de que el Girona encadenara dos goles: Savio puso el 2-1 después de un rechace de Oblak y un error previo de Koke ante Iván Martín y el 3-1 llegó en un remate de Blind a la salida de un córner botado por Aleix García y tocado por la bota de Dovbyk. La respuesta rojiblanca llevó naturalmente la marca de Morata. El delantero recortó a Eric después de recibir de De Paul y cruzó a la red el 3-2 y el VAR le anuló por fuera de juego el 3-3. La defensa del Girona, en cualquier caso, era hasta entonces menos blanda que la del Atlético en un partido de vértigo ante la expectación de Montilivi. El ir y venir se paró en el descanso después de que Simeone diera entrada a Molina por Lino.
El Atlético salió mucho más fiero que el Girona y Gazzaniga fue exigido contínuamente por la ofensiva dirigida por Morata. El Atlético no tenía puntería y al Girona le faltaba contundencia, refugiado en su área y sin salida hacia Oblak. El empate estaba tan cantado como su autor: Morata tiró el desmarque para recibir el pase de Rodrigo de Paul y cruzó sobre la salida de Gazzaniga. El pim pam pum rojiblanco fue por momentos sobrecogedor para Montilivi.
Michel movió el banquillo para refrescar a un equipo agotado y el partido se equilibró ante la impaciencia de la hinchada. El Girona, sin embargo, no es un equipo conformista, está acostumbrado a la victoria, y no desistió hasta que llegó el gol de Iván Martín en el minuto 91.
Un tanto que desató la euforia del estadio por el espectáculo vivido, seguramente uno de los mejores del campeonato, saldado a favor como casi siempre del Girona. No llegó el gol de Griezmann, que hubiera supuesto superar el récord de Luis Aragonés, sino el del jugador que más porfió por la victoria local como fue Iván Martín. El Girona es fuego y está nada menos que a la altura del Madrid después de abatir al Atlético y al Barça.
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