El Rayo Vallecano hace más triste el exilio del Getafe en el Metropolitano
Camello cierra 500 minutos de sequía del equipo de Vallecas, que se impone 0-2 ante un Getafe sancionado lejos de su campo y diezmado por las expulsiones
La Liga inauguró 2024 en el Metropolitano. El estadio del Atlético fue escenario de un partido raro. El anfitrión fue el Getafe, inquilino del recinto por una jornada de castigo. Sobre el equipo del sur madrileño pesó una sentencia que lo condenó a un día de exilio por los actos violentos que se desencadenaron en una invasión de campo en la final del playoff de ascenso que disputó en 2017 al Tenerife. Seis años después de un largo proceso judicial se impuso esta mudanza puntual que el Getafe vivió entre sobresaltos. En un ejercicio de rigorismo, el árbitro, Jorge Figueroa Vázquez, le ex...
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La Liga inauguró 2024 en el Metropolitano. El estadio del Atlético fue escenario de un partido raro. El anfitrión fue el Getafe, inquilino del recinto por una jornada de castigo. Sobre el equipo del sur madrileño pesó una sentencia que lo condenó a un día de exilio por los actos violentos que se desencadenaron en una invasión de campo en la final del playoff de ascenso que disputó en 2017 al Tenerife. Seis años después de un largo proceso judicial se impuso esta mudanza puntual que el Getafe vivió entre sobresaltos. En un ejercicio de rigorismo, el árbitro, Jorge Figueroa Vázquez, le expulsó tres jugadores, el primero antes del descanso. Favorecido por la ventaja numérica, el Rayo se impuso 0-2 después de siete jornadas sin ganar. Lo contemplaron 11.000 espectadores, menos de la cuarta parte del aforo.
Ambos equipos salieron al campo envueltos por una niebla húmeda y pegajosa. El Rayo, espoleado por la crisis de resultados. “¡Intensidad en cada jugada! ¡Intensidad los 90 minutos!”, gritaban los capitanes en el vestuario, antes de salir. El Getafe, acuciado por su disposición natural al frenesí, a defender lejos de su área y a evitar que se le descontrole el partido en cada balón dividido. Cada uno en su línea, los dos equipos jugaron bien. Milla manejó los tiempos de un lado en busca del punta Latasa, mientras que Isi Palazón y Kike Pérez elaboraron los ataques del otro bando. Con mucho mérito. No es fácil jugar entre líneas contra el Getafe y entre Isi y Kike tejieron jugadas verticales de ida y vuelta que aflojaron las piernas de los pivotes y los centrales rivales. Un tiro de Isi, despejado por David Soria, alarmó a los inquilinos del Metropolitano.
El Rayo acudió a San Blas cercado por problemas. Acumulaba siete partidos sin sumar tres puntos; Óscar Trejo y Álvaro García, probablemente sus futbolistas más desequilibrantes, permanecían lesionados; Raúl de Tomás, su nueve de más prestigio, se quedaba fuera de la convocatoria tras una temporada sin anotar un solo gol; y el equipo no podía romper con la sequía. El Rayo acumulaba más de 500 minutos sin batir la portería rival. La travesía terminó antes del descanso en el Metropolitano.
El árbitro expulsó a Latasa por doble amonestación tras dos codazos inocuos en sendos duelos. Corría el minuto 40. Con uno menos, el Getafe no consiguió frenar la circulación del Rayo. Alternando pases rápidos de Kike, Óscar Valentin e Isi, el equipo de Vallecas invadió el área rival y descuadró a la defensa. Liberado en el flanco derecho de su ataque, Balliu remató en el segundo palo, Soria volvió a despejar, y Sergio Camello empujó el 0-1 tras ganarle la posición a Gastón Álvarez.
Greenwood, perdido en la traducción
Camello metió el 0-2 a los pocos minutos de la reanudación. Se aprovechó del magnífico cuerpeo de Randy Nteka, que acababa de ingresar al partido y se encontró con un balón llovido. Un pase de 60 metros que parecía no tener destino provocó el caos. El francés desequilibró a Djené, atrajo a Gastón Álvarez, y dejó solo a Camello, que dribló al portero con la derecha y puso el gol definitivo con la izquierda. “Da gusto empezar así el año”, dijo Camello tras el partido, “además en el Metropolitano, que fue mi casa durante tanto tiempo”.
El Getafe estaba noqueado cuando Jorge Figueroa Vázquez expulsó a Greenwood por protestar una falta a la voz de “what the fuck”. Si los jueces de la Premier expulsaran a todos los jugadores que emplean esa expresión el campeonato inglés debería echar el cierre. José Bordalás lo explicó tras el partido: “Sólo le ha dicho ‘no me jodas’, en ningún caso lo ha insultado”. El juez sevillano se sintió injuriado. Luego mostró la roja a Damián Suárez por protestar también, pero para entonces no había nada que disputar en la extraña mudanza getafense al Metropolitano.
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