Orgullosa remontada del Manchester United ante el Aston Villa

El cuadro de Old Trafford se rebela contra los abucheos de su público en el descanso y marca tres goles en la reanudación (3-2)

Rasmus Hojlund marca el tercer gol del United contra el Aston Villa.CARL RECINE (REUTERS)

En Old Trafford, el túnel de vestuarios se ubica en uno de los fondos, detalle que obliga a realizar un paseíllo que expone a tirios y troyanos al veredicto de la grada. Jugadores y técnicos del Manchester United hicieron el recorrido entre sonoros abucheos al descanso de su partido contra el Aston Villa. Por dos goles vencía el equipo que adiestra Unai Emery, que a esa altura empataba a puntos con el Liverpool en el liderato de la Premier. Pero el trance sirvió como espoleta para un equipo que parecía muerto en un club que destila interinidad ante la llegada del ...

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En Old Trafford, el túnel de vestuarios se ubica en uno de los fondos, detalle que obliga a realizar un paseíllo que expone a tirios y troyanos al veredicto de la grada. Jugadores y técnicos del Manchester United hicieron el recorrido entre sonoros abucheos al descanso de su partido contra el Aston Villa. Por dos goles vencía el equipo que adiestra Unai Emery, que a esa altura empataba a puntos con el Liverpool en el liderato de la Premier. Pero el trance sirvió como espoleta para un equipo que parecía muerto en un club que destila interinidad ante la llegada del nuevo inversor. Bajo la atenta mirada de Dave Brailsford, el responsable de Ineos Sport en el graderío, el vapuleado United firmó una remontada memorable (3-2) rubricada con dos goles del argentino-madrileño Alejandro Garnacho y un tanto postrero de Rasmus Hojlund, el delantero danés de 20 años por el que pagaron más de 80 millones de euros este verano y que no había anotado ningún gol en 14 partidos en la Premier League.

El Aston Villa, que no perdía desde el 5 de noviembre, contempló estupefacto todo el despliegue de orgullo mancuniano. Porque fue una remontada que se forjó desde lo emocional, desde la rebelión ante la propia incapacidad. Los dueños de Old Trafford están hechos unos zorros, pero particularmente son vulnerables en defensa, donde encadenan errores y se penalizan por la irregularidad de su guardameta. Así que mediada la primera parte dos balones al área casi consecutivos le dieron al Aston Villa una ventaja de dos goles. Onana y la zaga se atornillaron a la línea de gol. McGuinn y Dendoncker parecieron firmar la sentencia ante un equipo deprimido. Old Trafford abucheó con saña y decepción.

Imparable Iraola

Pero ese receso lo cambió todo. El equipo de rojo que salió de la caseta era otro. No le sobraba fútbol, pero sí alma, la que le mantiene mal que bien a cinco puntos de la cuarta posición. Bruno Fernandes tomó el control de las operaciones. Ejerció de capitán. Garnacho marcó de inicio, pero en una acción que se anuló por fuera de juego. Lo hizo dos veces más y ambas valieron la igualada. Con el 2-2 en el marcador, el veteranísimo Evans sacó sobre la línea de gol un remate de Leon Bailey destinado a rebajar la efervescencia que se vivía en el estadio. La acabó de disparar Hojlund y ya no hubo respuesta del Villa, que se queda a tres puntos del Liverpool, ganador (0-2) en Burnley con un gol de Darwin Núñez en los albores del duelo y otro de Diogo Jota en el epílogo.

Jürgen Klopp dosificó esfuerzos, el día de año nuevo le espera un partido en Anfield contra el Newcastle, que salió mal parado del Boxing Day. El club inyectado con capital árabe ha perdido cuatro de sus últimos partidos. En esta jornada fue el Nottingham Forest el que le derrotó en St James’s Park (1-3). Diciembre ha sido nefasto para el Newcastle, que octavo en la tabla ya ve de lejos incluso las opciones de repetir entre los cuatro primeros y se instala en media tabla, donde llega el imparable Bournemouth con Andoni Iraola en la pizarra. Al Fulham lo dejó atrás sin ofrecer resquicios (3-0) y tras sumar 19 de 21 posibles ha pasado de los puestos de descenso a mirarlos a 10 puntos de distancia.

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