El baile de Sergio y Rüdiger
“Uso la ironía con el árbitro porque si digo lo que pienso me suspenden”, dice Ancelotti, tras ensalzar a De Burgos Bengoechea por “impartir justicia”
Fue 18 años después. Una mayoría de edad. No ha cambiado nada. Igual que cuando se fue, con desparpajo y liderazgo, Sergio Ramos movía las manos de forma irónica como si estuviera temblando. El destinatario de la burla era otro cacique, al borde del área del Madrid, Antonio Rüdiger. Fue justo después del baile que ambos mantuvieron en el área del Madrid después de que Rakitic sacara un saque de esquina al filo del descanso. El alemán, experto en desquici...
Fue 18 años después. Una mayoría de edad. No ha cambiado nada. Igual que cuando se fue, con desparpajo y liderazgo, Sergio Ramos movía las manos de forma irónica como si estuviera temblando. El destinatario de la burla era otro cacique, al borde del área del Madrid, Antonio Rüdiger. Fue justo después del baile que ambos mantuvieron en el área del Madrid después de que Rakitic sacara un saque de esquina al filo del descanso. El alemán, experto en desquiciar a los rivales, con los que frecuentemente mantiene una lucha psicológica, golpeó a Ramos dentro del área. Alaba intentó mediar, pero el camero se fue para el alemán y le agarró los cachetes con fuerza. Una demostración de autoridad el primer día que Sergio se enfrentaba al que fue su equipo del alma, con el que ganó cuatro Champions y alimentó una leyenda inigualable. Rüdiger, entre otras cosas, llegó también al Madrid para suministrar carácter al que probablemente sea el mejor equipo de la historia del fútbol.
Cuando se marchaba a los vestuarios, Sergio las tuvo también con Chendo, el delegado del Madrid, al que recriminó la actitud de Rüdiger. No fue, ni mucho menos, la única vez que bailaron Sergio y Rüdiger. A los 34 minutos, el camero estuvo felino bajo palos para salvar un remate del alemán que se colaba en la portería del Sevilla. De Burgos Bengoechea se equivocó y pitó fuera de puerta. Muchos ojos estuvieron encima del colegiado, que navegó como pudo entre las protestas de unos y otros. Sobre todo de Vinicius, que reclamó varias amarillas y hasta un posible penalti de Navas al filo del descanso. El brasileño le dio la tarde a Navas, aunque apenas pudo culminar alguna jugada. En alguna de ellas se encontró con Nyland, el portero de la selección de Noruega batido por Valverde a los cuatro minutos. Un milimétrico fuera de juego anuló la acción.
Ira de la grada
Vinicius, que las pelea todas, además de hacer correr a Navas, provocaba la ira de la grada del Sánchez Pizjuán. Por sus gestos, por lanzar un balón al campo cuando el Sevilla iba a sacar de banda y, también, por su impresionante velocidad. El brasileño, poco a poco, va recuperando su mejor nivel.
Mientras, Sergio seguía a lo suyo. Se olvidó de Rüdiger y sacó dos remates muy peligrosos de los que fueron sus compañeros. El partido, igualado y tenso, con los dos equipos midiendo mucho sus acciones y con temor a equivocarse.
En todas estuvo Sergio. Reclamando al colegiado, corrigiendo a sus compañeros e intentando llevar el mando del partido desde el centro de la defensa andaluza. De una apertura suya a la banda llegó el centro de Acuña que acabó en el gol de Alaba en propia puerta tras forcejear con En-Nesyri y el toque de Ocampos. Empató Carvajal y Sergio recriminó el marcaje a En-Nesyri, que estaba defendiendo el primer palo. En el minuto 75, el camero se alzó en el área para realizar un espectacular remate de cabeza que entre Kepa y el palo no acabó en gol de milagro.
Con el empate, los nervios se dispararon. En el minuto 85, Vinicius se las tuvo con Nyland y medio equipo del Sevilla, incluido Sergio. Ante la grada de los Biris se organizó una monumental tangana que el colegiado resolvió, con autoridad y dos amarillas para los más revoltosos, Vinicius y Ocampos. Ancelotti, para evitar males mayores, sustituyó al brasileño en el minuto 88. Entró Brahim.
El choque acabó en empate. Con un abrazo entre Sergio Ramos, que realizó un gran encuentro, y Ancelotti, con Navas charlando con De Burgos Bengoechea. Rüdiger, después de su baile, fue nombrado el mejor jugador del encuentro.
“El punto sabe bien porque no veníamos muy bien de ánimos. Es el partido que nos va a permitir remontar. Siempre que viene un entrenador nuevo se produce un cambio. Estos partidos son así, se deja todo en la cancha”, afirmó Acuña, el lateral izquierdo del Sevilla.
“Me ha encantado saludar a Sergio Ramos, ha jugado muy bien”, afirmó Carlo Ancelotti, el entrenador del Madrid, en la conferencia de prensa. “Ha sido un partido muy competido. El árbitro ha estado muy bien impartiendo justicia”, comentó de forma irónica. Luego, se pronunció en Real Madrid TV, la cadena oficial del club, en donde advirtió que realmente el arbitraje de Ricardo de Burgos Bengoetxea le pareció criticable. “Si digo lo que pienso me caen mucho partidos [de suspensión], por eso uso la ironía”, dijo el técnico.
Un aficionado expulsado por racista
El Sevilla comunicó que un aficionado había sido expulsado de la grada por un comportamiento racista y xenófobo. “El Sevilla FC quiere comunicar que tras detectar comportamientos xenófobos y racistas de un aficionado, lo ha expulsado del estadio y denunciado ante las autoridades”, afirmó el club andaluz. El equipo de integridad de la Liga grabó al hincha.
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