Nico Williams: “El regate es como jugar otra vez de niño en el parque”

El delantero de la selección conversa con EL PAÍS ante del partido entre España y Escocia en La Cartuja

Nico Williams, en la Ciudad del Fútbol de las Rozas.Álvaro García

Nico Williams comparece en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas con la seguridad de un veterano. Entiende cómo moverse, sabe el mensaje que quiere trasmitir. Solo tiene 21 años y ha jugado 10 partidos (y marcado dos goles) con la selección absoluta. Alegre y cercano, abierto y conversador, el delantero del Athletic, que quedó fuera del partido ante Escocia por unas molestias en la espalda, es uno de los jugadores clave para ...

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Nico Williams comparece en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas con la seguridad de un veterano. Entiende cómo moverse, sabe el mensaje que quiere trasmitir. Solo tiene 21 años y ha jugado 10 partidos (y marcado dos goles) con la selección absoluta. Alegre y cercano, abierto y conversador, el delantero del Athletic, que quedó fuera del partido ante Escocia por unas molestias en la espalda, es uno de los jugadores clave para Luis de la Fuente y para el futuro de la Roja.

Pregunta. ¿Piensa en lo que va a hacer en el campo? ¿Se imagina jugadas?

Respuesta. Sí, sí que le doy vueltas. En casa, me gusta ver mis jugadas del anterior partido. Me ayuda a saber qué hacer, a cómo moverme en el campo. Es importante aprender de los errores.

P. ¿En el regate, cuánto hay de instinto y cuánto de estudio?

R. Antes de cada partido me dan una tablet con las acciones del lateral izquierdo o derecho rival, depende de dónde juegue yo. Pero dentro del campo no me fijo si se ha posicionado de una manera o de otra. Diría que me sale solo. El regate lo llevo en la sangre. Es instinto, un don que me ha dado Dios. Y me sale bastante bien, creo. Soy un chico de barrio, he estado siempre jugando en la calle. Hasta lo hacía con mi hermano [Iñaki, jugador del Athletic] y sus amigos.

P. Pero Iñaki es ocho años mayor.

R. Sí. Me acuerdo de una anécdota que no creo que le importe que la cuente. Yo era muy pequeño, tendría 10 años, y fuimos a jugar al parque con sus amigos. Hicimos equipos y quedamos mi hermano en un lado y yo, en el otro. Iñaki me picaba: “No vas a hacer nada, ya verás con los mayores… No tienes que jugar porque te van a dar palos”. Y al final acabamos ganando. Sus colegas venían a jugar conmigo. No querían jugar más con él.

P. ¿A quién miraba cuando era pequeño?

R. Siempre me han gustado Cristiano Ronaldo y Neymar. Me ponía muchos vídeos de Cristiano de cuando jugaba en el United. También me gustaba mucho su primera etapa en el Madrid. Veía los highlights, cómo se movían. Luego practicaba en el entrenamiento sus regates.

P. ¿El regate le da alegría?

R. Para regateadores natos, como yo, como Vinicius o Balde… es una satisfacción cuando te vas del contrario o cuando haces una bicicleta y dejas al defensa atrás. Es algo que nos gusta mucho. El regate es como jugar otra vez de niño en el parque.

P. Entre hacer tres o cuatro regates y marcar un gol medio de rebote, ¿qué prefiere?

R. Prefiero el gol. Los goles son amores.

P. ¿Y si ya van ganando 3-0?

R. ¡Buah! Ahí me lo pone difícil… Pero yo diría el gol.

P. Solía jugar por la derecha hasta que Luis Enrique lo cambió a la izquierda. ¿Le costó?

R. La primera vez se me hizo bastante raro. No estaba acostumbrado. Pero creo que el cambio me ha favorecido. Toda la vida he jugado en la banda derecha, y era un cambio que creo que necesitaba. En banda derecha, tengo más posiciones para centrar. En cambio, por la izquierda, para tirar. Uso bien la pierna izquierda, pero para mí es mejor jugar a banda cambiada. Me puedo meter para adentro y chutar. Me siento más cómodo en la banda izquierda. Me giro mejor y manejo mejor los espacios.

P. Alguna vez ha dicho que Luis Enrique le frenaba un poco. ¿Qué le pide De la Fuente?

R. Soy un jugador muy desequilibrante en banda y De la Fuente me da más bola en encarar. El de Luis Enrique es un juego más combinativo. Y, en ese estilo de fútbol, a veces me tenía que parar con él. Pero me sirvió para aprender: no siempre hay que encarar. Hay que tener un poco de pausa. Luis Enrique me ha ayudado mucho en ese aspecto. Ahora lo tengo muy interiorizado: cuándo encarar, cuándo pararme, cuándo dar un pase o cuándo tirar una pared.

P. ¿Algún entrenador le frenó la creatividad?

R. No, nunca he tenido un entrenador que me dijera que no hiciera lo que hago bien. Todos me han dicho que tire pa’lante, que si no veo nada, que tire pa’lante, que tengo una conducción increíble, que puedo llevarme a dos o a tres o a cuatro, y que tengo que aprovechar eso que me ha dado Dios, porque puedo generar superioridades.

P. Alguien que tiene la misión de desordenar, ¿cómo convive con el orden táctico?

R. No es tan fácil como antes, cuando debuté nadie me conocía. Me iba más fácil de los rivales. Hoy me van conociendo más y cada vez tengo más ayudas. Me viene el central, el lateral, el pivote, y es una situación difícil para encarar. Pero ahí es cuando debes tener en mente que si hay mucha gente cerca de ti es porque algún compañero se ha quedado solo. Lo que hago muchas veces es atraer a muchos jugadores para descargar a otro sitio y que le llegue al jugador que está solo.

P. Si es su hermano, mejor.

R. Si le llega a mi hermano y puede meter gol, mejor.

P. De vez en cuando se le ve reclamándole que se la dé.

R. Hay esa confianza. No es lo mismo decirle algo a tu hermano que a otro jugador. Yo también le recrimino cosas algunas veces. Más que hermanos, somos amigos.

P. ¿Se siente más liberado en la selección sin la figura del hermano mayor en el campo?

R. Nunca me he visto así. Al final juego con mi hermano al fútbol y tengo que disfrutar.

P. ¿Es verdad que a Iñaki no le gusta su pelo?

R. No le gusta. Siempre me dice: ‘¿Cuándo te vas a quitar las patatas fritas?’.

P. Pero no se las va a quitar.

R. No, siempre le digo que no, que nunca me las voy a quitar. Ya es como una seña de identidad mía. Me siento más cómodo con esto. Nunca me ha gustado llevar el pelo como lo lleva, por ejemplo, Balde. Pensaba: necesito algo nuevo en mi vida. Me decidí por esto. Y está bien.

P. Con Balde se lleva muy bien. ¿Ayuda eso en el campo?

R. Cuando conoces a una persona más como amigo, te entiendes mucho mejor en el campo. Con Balde me complemento muy bien. En los entrenamientos él sabe cómo me voy a mover, yo sé cómo se va a mover él.

P. Se habla del interés de otros clubes por ficharle. ¿Se imagina jugando en un sitio distinto de Bilbao?

R. Yo estoy muy feliz en Bilbao. Tengo a mis padres, a mis amigos, y la ciudad me encanta. Igual no pasa nunca y me quedo toda la vida en Bilbao. El futuro nunca lo sabes. Todo niño tiene metas y objetivos y sueños. De momento, estoy cumpliendo el mío: estar en la selección española, estar en Bilbao y, sobre todo, jugar con mi hermano.

P. ¿Iñaki le hizo ver que el camino era más fácil?

R. Tanto en la vida como en el fútbol, Iñaki me ha abierto muchos caminos. No solo a mí. También a gente de raza negra, africanos que hay en Bilbao, les ha abierto un camino importante. Ha dejado un legado. Antes no se podían ver jugadores negros en el Athletic, y a día de hoy hay un montón de chavales que están en la cantera. Antes estábamos mi hermano y yo. Hoy puedes ver un latino, un marroquí, o un guineano. Es una mezcla de culturas. Y creo que mi hermano lo ha hecho posible. Me alegra mucho.

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