España recobra el mando ante Escocia y avista la Eurocopa

La selección se impone en un buen ejercicio colectivo al equipo que había puesto en riesgo el proyecto de De la Fuente en marzo, y se coloca a un paso de clasificarse para Alemania 2024

Morata bate a Gunn en la acción del 1-0, este jueves en el Estadio de La Cartuja.Alejandro Ruesga

La España que salió tiritando de Glasgow en marzo ha dado el estirón. De Escocia a Escocia. De un seleccionador señalado después de sus primeros pasos, a un técnico que ha armado un bloque sólido en el que funciona cualquier jugador que caiga. En La Cartuja debutaron Bryan Zaragoza, Fran García y Oihan Sancet, y la maquinaria fluyó como si las piezas fueran las mismas de la Liga de las Naciones, o las de las goleadas a Georgia y Chipre. También Morata sigue igual, y cabeceó para desatascar el partido y colocarse, co...

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La España que salió tiritando de Glasgow en marzo ha dado el estirón. De Escocia a Escocia. De un seleccionador señalado después de sus primeros pasos, a un técnico que ha armado un bloque sólido en el que funciona cualquier jugador que caiga. En La Cartuja debutaron Bryan Zaragoza, Fran García y Oihan Sancet, y la maquinaria fluyó como si las piezas fueran las mismas de la Liga de las Naciones, o las de las goleadas a Georgia y Chipre. También Morata sigue igual, y cabeceó para desatascar el partido y colocarse, con 34, a solo un tanto de David Silva como cuarto goleador histórico de la selección. España recuperó pie en Sevilla, y vuelve a estar en disposición de terminar primera la fase de clasificación para la Eurocopa del próximo verano en Alemania.

El partido en La Cartuja se pareció mucho al de Hampden Park, y también tuvo rasgos muy distintos. Como en Glasgow, Escocia jugó a lo que sabía que podía jugar, el plan que les había traído hasta este punto del calendario, con cinco victorias en cinco partidos. Les bastaba un punto para clasificarse para la Eurocopa. Suficiente con aguantar. Pero a diferencia de lo que sucedió en Glasgow, España conservó el control de la escena.

Se lanzó sobre la pelota desde que empezó a rodar. En cuanto llegaba a pies escoceses, ahí aparecían Morata, Gavi, Oyarzabal, Rodri y Merino. De nuevo la versión voraz de La Roja, que no dejaba ocasión a que se estirara Escocia. Lo más llamativo que mostraron fueron los saques de banda de Dykes, y luego de Porteus. Se trataba de envíos larguísimos, a la altura del punto de penalti, pero allí faltaba el único delantero del equipo, precisamente Dykes, casi 1,90 metros estacionados en la banda en su ritual de secar el balón con la camiseta y hacerlo volar hacia una zona en la que no inquietó a Le Normand y Laporte.

Sancet se adelanta al defensa para marcar el 2-0.Alejandro Ruesga

Los centrales empleaban más tiempo mirando hacia delante que hacia atrás. Escocia vivía estacionada en su campo, y Laporte avanzaba y avanzaba buscando pasillos para filtrar pases. Esa tarea de exploración era, en realidad, la de todos, bajo la dirección de Rodri, que parece jugar sobre un montículo, como si observara el juego desde lo alto. Llevaba el juego de un costado a otro, pero Escocia no se desordenaba lo suficiente. O España se conducía de manera demasiado previsible.

Escocia aguantaba bien esas aproximaciones por el perímetro. No parecía inquietarles esa vida a la espera. España solo veía algo de luz cuando abandonaba esa rutina y se lanzaba efectiva a romper la línea defensiva. Cuando asumía un punto más de riesgo. Así dio el primer susto, con un pase filtrado de Morata por el centro a Ferran Torres. Pero el remate se le fue a centímetros del palo.

También se acercó con una carrera de Gavi, que dejó la pelota atrás para un tiro de Oyarzabal que bloqueó la defensa. El rechace lo envió Merino al palo.

Los jugadores de España celebran el gol de Morata.Alejandro Ruesga

El camino del riesgo parecía el único capaz de inquietar a un equipo que defendía el empate. Y después del descanso, De la Fuente puso sobre la hierba el riesgo máximo, Bryan Zaragoza, un tipo que lleva solo nueve partidos de Primera y que el domingo por la noche, después de marcarle dos goles al Barça con el Granada, se enteró de que al día siguiente debía presentarse en Las Rozas. Con 22 años, no se había visto ni en una prelista. Le abrazaron muchos antes de salir del túnel, sobre todo Unai Simón. Y Zaragoza se estrenó como si siguiera jugando el partido de Los Cármenes: dos regates y un tiro en la primera que tocó, una falta provocada en la segunda, un centro con veneno en la tercera... Puro vértigo.

Pero en medio del asalto, el pánico se trasladó a la otra área. McTominay, que marcó dos a España en Glasgow, embocó una falta directa desde el lateral del área, un bingo tan inesperado que a los escoceses les entraba la risa. Pero el VAR se la heló al encontrar un futbolista en fuera de juego. España pudo seguir a lo suyo en el otro lado, donde comenzaba a deshacerse la resistencia.

El castillo terminó de derrumbarlo Morata, que cabeceó a la red llegando desde atrás un centro de Navas. El delantero del Atlético sigue iluminado: este curso lleva 11 goles en 12 partidos entre su club y la selección. El tanto supuso un alivio enorme para De la Fuente en la banda, y la puntilla del aguante escocés. Se escurrió Hickey, le birló la pelota Joselu, la puso en el área y Sancet, que también debutaba, acabó marcando a medias con un defensa. En la España de De la Fuente funciona ya todo, entre quien entre.

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