Arteta, por fin, le gana el pulso a Guardiola
El Arsenal se impone al Manchester City y abre la Premier a un pelotón de candidatos
Hubo varias noticias ayer en el Emirates. La primera y más tangible fue la victoria del Arsenal (1-0) sobre el Manchester City, que en los doce últimos partidos de Premier le había derrotado. El resultado reafirma la candidatura que el equipo que adiestra Mikel Arteta había presentado la campaña pasada para volver a competir por el campeonato, pero también abre una liza que se presenta más abierta porque es muy evidente que el City está con obras en casa. El Tottenham es líder, empatado a puntos con los ...
Hubo varias noticias ayer en el Emirates. La primera y más tangible fue la victoria del Arsenal (1-0) sobre el Manchester City, que en los doce últimos partidos de Premier le había derrotado. El resultado reafirma la candidatura que el equipo que adiestra Mikel Arteta había presentado la campaña pasada para volver a competir por el campeonato, pero también abre una liza que se presenta más abierta porque es muy evidente que el City está con obras en casa. El Tottenham es líder, empatado a puntos con los gunners. Y al segundo parón por las selecciones se llega con seis equipos en cabeza, apenas separados por cuatro puntos; Liverpool, Brighton y Aston Villa disparan también sus ilusiones.
El Arsenal ganó con un postrero gol de Martinelli, un golpe de fortuna porque el disparo del brasileño se envenenó con el toque de un zaguero para despistar a Ederson, pero también el premio a la pujanza del Arsenal, que fue a más en un partido sin apenas disparos entre palos. Por eso no hubo noticias del cañonero Haaland.
Todo sucedió entre el frenesí acostumbrado en el Emirates, donde la esgrima entre Arteta y Guardiola se desató a partir de varios nudos que propiciaron el desenlace. El primero de ellos tuvo que ver con las presiones altas, sobre todo la que ejerció el City. Ahí los focos alumbraron a David Raya, el meta español contratado por el técnico vasco no sin polémica, porque Aaron Ramsdale había salvado en más de una ocasión a su equipo gracias a sus felinas paradas. Pero Arteta quiere algo más de un portero, le demanda capacidad para combinar con su zaga o para encontrar el hombre libre con precisión. Raya, que también tiene manos, ofrece ese valor. Y por ahí empieza el plan del Arsenal. En el City lo sabían y se lanzaron desde el inicio como tigres a apretarle.
Por ahí entró mejor el campeón en el partido, audaz, avivado para ir a buscar la pelota en el área del Arsenal, rematador porque primero Declan Rice tuvo que sacar bajo palos un intento de Gvardiol y poco después Aké estuvo a punto de batir a Raya. Sufrió el portero en esa apertura hasta que sus compañeros se ajustaron mejor para ofrecerle salidas. Pareció menos el Arsenal en esa puesta en escena que por momentos acalló al Emirates londinense.
A Arteta le faltaba Bukayo Saka, uno de sus mejores futbolistas. Pero Guardiola tenía que sacar adelante el desafío de suplir a Rodri, su eje piramidal. El mediocentro español no jugó los cuatro últimos partidos en los que el City acabó derrotado. Los tres últimos tuvieron lugar la última semana; Newcastle en la Copa de la Liga y Wolves en Premier fueron el preludio del ko en Londres. El fiasco anterior ocurrió en un trámite ante el Brentford con la pasada liga ya ganada y el foco en la final de la Champions en la que Rodri fue decisivo. Si se busca una quinta derrota habría que remontarse a febrero. Entre medias hubo 38 encuentros sin perder.
Rodri es, de alguna manera, principio y fin en el City, así que Guardiola tomó una decisión llena de coherencia: si alguien debe suplirle, ese debería de ser el segundo mejor pelotero del equipo, así que le dio la manija a Bernardo Silva, que es tan bueno que en el último duelo de Premier ante el Arsenal había triunfado como lateral izquierdo.
A Bernardo le escoltaron Kovacic, que flirteó con la expulsión en un par de acometidas con los tacos por delante en busca de tobillos ajenos, y el excelente Rico Lewis, uno de esos futbolistas que guardan la pelota como si fuese una joya. La mezcla le dio vuelo al City y sobre todo la posesión. El Arsenal, en cambio, la persiguió y la encontró tras el descanso, cuando ajustó mejor la presión.
Guardiola maniobró para blindarse tras una puesta en escena amenazadora del Arsenal, que ya había llamado a Martinelli. Entraron Stones y Nunes para trabajar en la medular. Bernardo ganó metros. Pero el City ya estaba en apuros. La derrota le golpeó cuando buscaba el empate y de alguna manera le lleva al diván. Como consuelo le queda la vuelta de Rodri, en disposición de regresar para poner orden en la circulación.
Mientras tanto, Arteta ya puede decir que le ha ganado en Premier League a los 24 equipos con los que se ha cruzado. Le faltaba el City y a la octava, logró doblegar a Guardiola.
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